Hipólito Contreras

Fue en diciembre de 1994, hace 25 años, cuando el Popocatépetl, “Montaña que Humea”, el segundo más alto del país, recordó a Puebla, México y el mundo que es un volcán activo y que deben tenerle respeto y cuidado.

Esa vez el Popo arrojó lava, material incandescente, ceniza, hubo sismos a su alrededor, la cosa se puso fea, muy fea, se temía lo peor, pero afortunadamente el Popo se calmó, bajó sus intensidad.

Pero por ser un volcán activo el Popo no ha dejado de exhalar cenizas, fumarolas de varios kilómetros de altura, la ceniza llega a la Ciudad de México y Puebla y mucho más allá.

El Popo no ha dejado de arrojar lava material incandescente como ocurrió hace unos días después de muchos meses de tranquilidad, lo que vino a preocupar nuevamente a las comunidades y autoridades de los tres niveles de gobierno. El semáforo de alerta pasó de la fase 2 a la 3 amarillo, lo que implica crecimiento de riesgo, sin que aún se haya llegado a la etapa de desalojo.

Lo que vaya suceder no se sabe, la tecnología disponible no puede asegurar nada, la alerta roja podría se mañana o dentro de cien años, no se sabe, por eso lo mejor es estar alertas, prevenir.

Después de los sucesos de diciembre de 1994 y en otro evento posterior, los tres niveles de gobierno han bajado la guardia, si el Popo disminuye su actividad el gobierno también, si el volcán reinicia actividad el gobierno también, esperan a que el Popo actúe para que el gobierno haga lo mismo, ¿ y si una noche o madrugada explota? No va avisar, no va a decir, “aguas, dentro de dos horas voy a explotar, salganse todos”., por eso es mejor prevenir, prepararse para lo que pueda venir.

Si científicamente se dice que el mayor peligro está 15 kilómetros del cráter y que en caso de una erupción barrería con todo lo que encuentre en esa zona, pues entonces hay que desalojar a las comunidades que se ubiquen a los 15 kilómetros del cráter, y si se puede a más mejor.

Si de verdad quieren prevenir es mejor que desalojen ya, ¿ para qué esperar a que llegue el momento y tengan que desalojar en plena erupción? Ya no se va poder y si lo intentan será un caos, un desorden, una huida de pánico ¿para qué esperar que eso suceda?

El Popo ya avisó en varias ocasiones que está activo, que si bien los antiguos lo bautizaron atinadamente como “La Montaña que Humea”, eso no quiere decir que siempre sólo estará arrojando fumarolas, ya vimos que no, arroja lumbre, lava, fuego, por lo tanto es un volcán peligroso, no debe haber comunidades muy cerca por el riesgo que representa.

Entonces lo que procede es el desalojo ya, se puede hacer con calma, sin prisas, gradual, pero debe hacerse, no hay de otra, el peligro ahí está, no se puede ocultar.

Pero dirán ¿ cómo mover digamos a 200 mil personas o más que viven en las comunidades ubicadas a por lo menos 15 kilómetros del cráter? ¿ a dónde llevarlas? ¡a donde trasladarlas? Pues sí no es fácil, se necesitan por lo menos 50 mil casas o espacios habitacionales, o sea se necesita construir una mediana ciudad para trasladar a toda esa gente y, ¿ de qué van a vivir? La mayoría vive del campo y de sus animales, habría que darles empleo. El asunto no es sencillo, es muy costoso, pero se tiene que hacer si no se quiere lamentar una tragedia con miles de víctimas, si nunca se hubieran asentado en la zona de peligro no habría necesidad de nada.

Es cierto, el Popo puede explotar mañana o dentro de 200 años, como no se sabe lo mejor es alejarse del peligro, reubicar a las miles de familias que viven en constante peligro.

Si se prohíbe que la gente viva o construya cerca de ductos, barrancas, o en las riveras de ríos, también debe prohibirse que viva a menos de 15 kilómetros de los volcanes por el riesgo que representa.

Lo que los gobierno han hecho en el caso del Popo ha sido llevar a la gente a refugios albergues en donde permanecen unos días en lo que pasa la contingencia, retornan a sus comunidades, eso es una solución temporal y porque la contingencia no es mayor, el volcán se calma y todo vuelve a la normalidad, sin embargo, esto no es una garantía de que siempre será así, es mejor una solución definitiva. El Popo es un volcán activo, representa un peligro el gobierno debe intervenir ya.