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Checo Pérez atacó el Ferrari de Sainz, pero al final se tuvo que conformar con la cuarta posición

El mexicano Checo Pérez se tuvo que conformar con la cuarta posición del primer Gran Premio de Miami al vivir una carrera complicada y en la que padeció al español Carlos Sainz, quien se convirtió en su gran rival durante lo largo de la carrera.

Checo Pérez tuvo un inicio limpio buscando superar a Carlos Sainz, pero también defendiendo su posición ante Valtteri Bottas, quien intentó superar al de Guadalajara por la parte externa de la primera curva.

El tapatío batalló para buscar superar a Carlos Sainz. Durante las primeras vueltas tuvo un par de giros con la posibilidad de DRS, pero el piloto de Ferrari defendió bien su posición y se alejó de Checo Pérez hasta 1.4 segundos.

En la vuelta 20 los focos rojos se encendieron en paddock, pues Pérez alegó sufrir una baja de potencia y perdió hasta 6 segundos de diferencia ante Carlos Sainz, siendo éste un momento clave en su domingo y cuya desventaja jamás logró recuperar en la primera parte de la carrera.

En la vuelta 25 Charles Leclerc ingresó a pits y salió por detrás de Checo Pérez, quien tuvo que ponerse nuevamente el traje de ministro de defensa para buscar que Leclerc perdiera tiempo y no alcanzara a Verstappen, quien marchaba líder de la carrera

En la vuelta 28 el mexicano ingresó a pits junto con Carlos Sainz, quien marchaba tercero, pero la detención de Ferrari fue muy lenta con un tiempo de 5.4 segundos, por lo que ambos salieron de pits con una diferencia de 4 segundos.

A pesar de Checo Pérez apretó y se acercó a Sainz a 3.2 segundos, el de la Scuderia pisó más y por momentos se separó del tapatío hasta marcar una gran ventaja de 7.2 segundos.

Tuvo que aparecer un safety car para poner nuevamente emociones en pista, pues la carrera se había convertido en un trenecito sin rebases. En la vuelta 40 Pierre Gasly y Lando Norris tuvieron un toque siendo el británico el perdedor al perder la llanta y trompear varias veces, lo que provocó que partes de su McLaren quedaran sobre la pista.

Ante esto, Checo Pérez aprovechó la situación para ingresar en la vuelta 42 a pits y poner neumático amarillo nuevo, siendo el único piloto de los primeros en entrar y no perdió posición en pista.

El safety car salió en la vuelta 47 y Pérez fue directamente a pelear con Sainz por el tercer puesto y se colocó a .3 décimas del ibérico. Fue hasta la vuelta 49 que se habilitó el DRS y preparó un rebase en recta.

Solo tres giros después el mexicano alcanzó superar al español durante un breve momento, pero estiró tanto el frenaje que no dobló cómo debía en la primera curva y su rival en pista recuperó la posición.

El mexicano batalló, pero no logró alcanzar a Carlos Sainz, quien cerró todas las ventanas y obligó al de Red Bull a conformarse con el cuarto puesto, mismo que sabe a derrota por la buena estrategia aplicada por el equipo. Mientras tanto, Max Verstappen se convirtió en el gran ganador de la carrera.