Erika Méndez

El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta admitió que hay corrupción y delincuencia al interior de los Centros de Reinserción Social (Ceresos), al señalar que hay mandos directivos que se corrompen y presos que preparan la comisión de delitos desde el interior de las cárceles.

En conferencia de prensa, dijo que el ambiente de los reclusorios es difícil y se crea una lucha permanente para disciplinar a los privados de su libertad, a fin de que funcionen con seguridad y sin complicaciones.

Acusó que los gobiernos pasados abandonaron los penales, cuando requieren constantemente inversiones para mantener la custodia, la alimentación, los reingresos, entre otros gastos.

Reiteró que su gobierno no asumirá ninguna deuda, pues cuando dijo que se construiría un penal, una empresa le presentó un proyecto que tenía un costo de 20 mil millones de pesos, el cual rechazó.

En otro tema, dijo que los legisladores locales deben analizar de manera responsable la iniciativa sobre la voluntad anticipada, que determina que una persona puede decidir su muerte de manera digna.

“Es un tema muy complejo se ha abordado a todos los niveles e iniciativas de esta naturaleza cuando fui diputado en 2003 presenté una iniciativa que era de las primeras que recogían estas ideas y entonces no había todo un ambiente social y cultural”