Jorge Barrientos

Luego de que el año pasado se suspendieran las peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe, que permaneció cerrado ante la pandemia como medida de seguridad, feligreses realizan peregrinaciones para visitar a la Virgen de Guadalupe.

Es por esto que miles de peregrinos avanzan por la autopista México-Puebla, con la esperanza de postrarse a los pies de la guadalupana, luego de haber permanecido en confinamiento por la pandemia que generó el Covid-19.

Un grupo de peregrinos procedentes de Izúcar de Matamoros avanzó sobre la autopista con dirección a la Ciudad de México, se recomienda a los conductores circular con precaución en la zona para evitar accidentes.

Al ser cuestionados sobre cómo se cuidan, Rosendo Méndez González comentó “mira nada más pido a la virgencita nos acompañe”, comentó que desde 1975, año tras año habitantes de Izúcar de Matamoros realizan su peregrinación a la Basílica.

“Nosotros somos los encargados de coordinar en los cruces de semáforos, de áreas peligrosas, mi banderín es para coordinar todo lo de los coches, mi radio es para la comunicación con los compañeros que vienen atrás”.

Cinco jóvenes con playeras rojas, banderas con una franja fosforescente y radios de aficionados abanderan el caminar de los peregrinos manteniéndolos sobre el acotamiento.

Desde hace más de 20 años Ricardo Muñoz recorre más de 200 kilómetros a pie desde el estado de Puebla hasta la Ciudad de México para visitar a la Virgen de Guadalupe. A sus 14 años se unió a esta tradición que organizan sus primos y amigos para agradecer a la Guadalupana el trabajo y la salud que mantienen en sus familias.

“Es muy bonita la devoción que tenemos por la Virgen, esto es muy cansado y a veces doloroso el camino, pero cuando uno lo hace con fe es algo indescriptible, nos trae mucha satisfacción”, aseguró.

Como él, cientos de peregrinos procedentes de Puebla y Tlaxcala comenzaron a pasar por la autopista y la carretera libre México-Puebla, para llegar a cantarle las mañanitas a la virgencita del Tepeyac.