Marvin Bautista

El Coordinador de la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Soconusco, Francisco Aranda Tinajero, opinó que el dejar que la Caravana Migrante se haya internado al país, sin ningún tipo de regulación, orden o acompañamiento por parte de las autoridades mexicanas, corre el riesgo de seguridad nacional.

Afirmó que este riesgo implica tanto en el orden de seguridad pública, como el de salud y un problema alimentario para niños y mujeres, por ello, las autoridades mexicanas de migración y seguridad pública, deben actuar con la coordinación de las instancias de derechos humanos, para que se les brinde una atención adecuada y principalmente legal.

Dijo que si bien la caravana que la integran miles de migrantes hondureños, tiene la finalidad original de llegar a los Estados Unidos; sin embargo se ha anunciado que el Gobierno de Donald Trump establecerá un cerco de seguridad con militares para no dejarlos pasar, por lo que se espera que los miles de migrantes que no logren un acuerdo diplomático, tendrán que quedarse en territorio mexicano.

Señaló que las autoridades mexicanas que intervienen en el tema migratorio, no tuvieron la capacidad de contener este éxodo, y por lo tanto fueron rebasadas por quienes se internaron de manera ilegal a nuestro país; eso es una muestra de que las leyes no son respetadas en México, y aunque afirmó que entre los migrantes ilegales, hay gente mala y buena en cuanto su comportamiento, siempre existe el riesgo de que esta situación se derive en un problema de seguridad.

El líder de la Coces detalló que el comportamiento de las autoridades mexicanas, permite a otros grupos de centroamericanos, organizarse y hacer este éxodo masivo de manera consecutiva, ya que en el país de El Salvador, se difunde la noticia en redes sociales que se prepara un contingente, para emular a lo realizado por los hondureños.

Sostuvo que si bien es cierto, las autoridades deben respetar los derechos humanos de todas las personas que transitan en territorio mexicano, es un hecho que también le tembló la mano al momento de impedir el riesgo a la soberanía de este país, al dejar entrar a más de 7 mil centroamericanos indocumentados.

Puntualizó en que las autoridades deberán estar atentas a lo que suceda en el tránsito de estas miles de personas por nuestro país, para saber si el destino que eligieron originalmente lo cumple o se quedarán en el país, ya que al hacerlo ocuparán puestos de trabajo que las familias mexicanas demandan.