- El Consejo mundial de higiene (GHC) nos está pidiendo que practiquemos una buena higiene, como el lavado de manos, para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas y reducir el impacto de la resistencia a los antimicrobianos (RAM).
PRNewswire
Con más de cinco millones de muertes en todo el mundo, la COVID-19 ha impuesto una carga significativa a las sociedades y los sistemas de salud en todo el mundo. Mientras continuamos enfrentando el impacto de la COVID-19, existe una amenaza aún mayor para la salud pública que debe ser abordada, la RAM. La importancia del papel de la higiene en la ruptura de las cadenas infecciosas ha quedado demostrada durante la pandemia de la COVID-19; sin embargo, los expertos del GHC temen que estemos siendo testigos de un letargo en materia de higiene a medida que avanzamos hacia un mundo posterior a la COVID-19, exacerbando la amenaza de la RAM.
El mes pasado, la OMS publicó su informe sobre el estado de la higiene de manos en el mundo, en el que destaca la importancia de esta medida de higiene para prevenir infecciones y reducir la carga de la RAM a través de la prolongación de la vida útil de los antimicrobianos (por ejemplo, los antibióticos). El GHC acoge con beneplácito este mayor énfasis en la higiene de las manos y está apoyando la semana WAAW de este año a través de actividades centradas en la reducción de la necesidad de antibióticos, al incentivar una mejor higiene de las manos para prevenir la propagación de infecciones.
Sabiha Essack, portavoz de GHC y profesora de la Escuela de ciencias farmacéuticas de la Universidad de KwaZulu-Natal en Sudáfrica, comentó: “La higiene responsable como el lavado de manos es una intervención eficaz para prevenir infecciones y ayuda a eliminar la necesidad de consumir antimicrobianos (por ejemplo, antibióticos). Los comportamientos como el lavado de manos tienen el potencial de reducir la transmisión de enfermedades, tal como se ha demostrado con la COVID-19 y debe alentarse después de la pandemia”.
El uso innecesario de antibióticos ha acelerado la aparición y propagación de bacterias resistentes. A las infecciones comunes que no se pueden tratan con éxito debido a que las bacterias son resistentes a los antimicrobianos se les atribuyen más de 700 000 muertes por año en todo el mundo, y se estima que estarán asociadas al fallecimiento de 10 millones de personas por año para 2050. La adopción de prácticas de higiene diarias puede reducir el riesgo de infecciones comunes en hasta un 50 % y ofrece un marco para reducir la prescripción de antibióticos, al limitar al mínimo las oportunidades de formación de bacterias resistentes a los antibióticos.
Debido a que la aparición de brotes de enfermedades infecciosas es más probable en los años hasta 2030, debemos adoptar comportamientos de higiene que perduren para protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos contra la amenaza de contraer enfermedades infecciosas emergentes y reducir la carga de la RAM y los antimicrobianos preparados para el futuro, como los antibióticos, durante los próximos años.
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