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La Región Autónoma del Tíbet de China, conocida como “la última pieza de tierra pura en el mundo” y “el techo del mundo”, celebra este año el aniversario n.° 70 de su liberación pacífica, y los planes para su desarrollo futuro se están esclareciendo.
En la reunión de alto nivel del año pasado sobre el Tíbet, China trazó directrices políticas para crear una nueva región socialista moderna que sea unida, próspera, culturalmente avanzada, armoniosa y hermosa.
La paz y la estabilidad de larga data del Tíbet, así como el desarrollo de una civilización ecológica y el logro de un desarrollo de alta calidad, fueron algunos de los temas destacados durante el recorrido de inspección de tres días del presidente chino Xi Jinping por la región, iniciado este miércoles, para conmemorar el aniversario n.° 70 de la liberación pacífica.
El desarrollo del Tíbet, una zona inseparable de China, es una prioridad para el gobierno central. Desde que asumió el mando del país en 2013, el presidente Xi, también secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente de la Comisión Militar Central, ha prestado gran atención al desarrollo de la región. Se han tomado medidas para promover la estabilidad social, el desarrollo fronterizo, la protección ecológica y la unidad étnica en el Tíbet, abriendo un nuevo capítulo de mejor gobernanza, estabilidad y bienestar para las personas.
Adhesión a la creación de una civilización ecológica
El miércoles, el presidente Xi llegó al aeropuerto de Nyingchi Mainling y fue recibido afectuosamente por habitantes locales y funcionarios de varios grupos étnicos antes de visitar el puente del río Nyang para inspeccionar la preservación ecológica de la cuenca del río Yarlung Zangbo y su afluente, el río Nyang.
El Tíbet mantuvo una calidad ambiental estable durante 2020, según un informe del Departamento de Ecología y Medio Ambiente de la región.
En una reunión de clausura de su recorrido de inspección el viernes, Xi reiteró su convicción de que “las aguas cristalinas y las montañas exuberantes son activos invaluables”, y llamó a una mayor promoción de la conservación de la biodiversidad en la Meseta Qinghai-Tíbet.
“Debemos priorizar férreamente la ecología e impulsar el desarrollo ecológico, esforzarnos por modernizar la coexistencia armoniosa entre el hombre y la naturaleza, y proteger el medioambiente del tercer polo”, sostuvo.
A finales de 2020, el Tíbet había creado 47 reservas naturales en una extensión de 412.200 kilómetros cuadrados, lo que representa más de un tercio del total del territorio de la región.
Trabajando en pos del desarrollo de alta calidad
“Alta calidad” es otra palabra clave en el plan de desarrollo del Tíbet. El presidente Xi describió elementos fundamentales del proceso: garantizar la seguridad nacional, la paz y la estabilidad duraderas, mejorar de manera sostenida la vida de las personas, mantener un buen entorno medioambiental, fortalecer la defensa de las fronteras y garantizar su seguridad.
El presidente señaló el viernes que el proceso de construir un país socialista moderno de manera integral ya comenzó, y que el Tíbet ha llegado ahora a un nuevo punto de partida histórico en su desarrollo, destacando la importancia de consolidar y ampliar los logros de China en torno a la mitigación de la pobreza y garantizar una transición fluida hacia la vitalización rural.
Durante su estadía, Xi visitó una oficina local de planificación, una aldea y un parque en Nyingchi para obtener más información sobre la planificación de desarrollo de la ciudad, los planes de vitalización rural y la construcción de parques.
Como el transporte es fundamental para el desarrollo económico, también visitó la estación ferroviaria de Nyingchi para ver el diseño del ferrocarril Sichuan-Tibet y el funcionamiento del tramo Lhasa-Nyingchi, y luego tomó un tren hacia la capital regional, Lhasa.
Puesto en marcha oficialmente el mes pasado, el ferrocarril Lhasa-Nyingchi es el primer ferrocarril eléctrico del Tíbet.
Xi subrayó la importancia de abrir una vía de desarrollo de alta calidad que se adapte a las condiciones reales del Tíbet, y dijo que se debe profundizar el proceso de reforma y apertura, así como acelerar la construcción de ferrocarriles, carreteras y otros tipos de infraestructura importante. También instó a impulsar el desarrollo de industrias con características locales y una base nacional de energía limpia.
Dado que la seguridad y la estabilidad del Tíbet guardan estrecha relación con el desarrollo general de toda la nación, Xi puso de relieve también que el trabajo relacionado con el Tíbet debe enfocarse en salvaguardar la unidad nacional y fortalecer la solidaridad étnica.
El presidente Xi fue informado acerca del trabajo relacionado con los asuntos étnicos y religiosos en el Monasterio de Drepung, la calle Barkhor y la plaza del Palacio de Potala en Lhasa, y enfatizó la importancia de proteger la libertad de creencia religiosa, gestionar los asuntos religiosos de acuerdo con la ley y guiar al budismo tibetano para su adaptación a la sociedad socialista.