Staff/Rossi

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A lo largo de este mes tendremos la oportunidad de apreciar eventos muy interesantes, destacando un eclipse total de Luna que será visible en toda la República Mexicana. Asimismo, podremos observar algunos planetas, una lluvia de meteoros, varios objetos del Catálogo de Messier y, no podía faltar, nuestro satélite natural en sus diferentes fases.

Miztli cualo o cuando la Luna es comida

Dado el gran interés en estos eventos, iniciamos con el eclipse total de Luna, que, si bien va a ser posible observarlo en México, la mala noticia es que no lo veremos completo, la totalidad terminará un poco antes de que salga el Sol.

El eclipse tendrá lugar el día 26 de mayo de 03:48 a 08:50 h, teniendo su máximo de 06:12 h a 06:26 h y su punto medio a las 6:19 h. Como ya mencionamos, no todo el evento será visible, y aunque sí podremos disfrutar completa la totalidad, sólo será posible si tenemos un horizonte totalmente despejado, ya que la Luna estará muy cerca de su ocaso alrededor de las 06:45 h. La Luna se encontrará en dirección de la constelación del Escorpión, hacia la parte suroeste de la Esfera Celeste.

Un cúmulo globular arcaico

Ya en orden cronológico, el día 01 de mayo ya tenemos con buena visibilidad al cúmulo globular M5 (NGC 5904 o Cúmulo Rosa) de la constelación de la Serpiente. M5 fue visto por primera vez por Gottfried Kirch y su esposa Maria Winkelmann en mayo de 1702, independientemente fue descubierto en 1764 por Messier, pero fue William Herschel quien notó más de 200 estrellas en la nube, en 1791. Con un diámetro de 130 años luz y una edad estimada de 13,000 millones de años, es de los más grandes y longevos. Puede verse a simple vista sólo con buenas condiciones ambientales y cielos oscuros. A través de unos binoculares se puede distinguir una pequeña mancha brumosa, y ya con un telescopio pequeño se apreciará una nube brillante en el centro. Con telescopios mayores a 10 cm de apertura se observarán anillos brillantes concéntricos y se pueden resolver algunas estrellas.

Las η-Acuáridas adornan este mes

La lluvia de meteoros η-Acuáridas (Eta Acuáridas) tendrán actividad del 19 de abril al 28 de mayo, con su máximo al atardecer del 5 de mayo. La tasa máxima observable será de 40 meteoros por hora. El radiante, la dirección en el cielo de donde parecen brotar los meteoros, se encuentra por debajo del horizonte en la noche del 5 de mayo, por lo que la lluvia solo se podrá divisar unas horas antes del amanecer del día 6 de mayo, en dirección de la constelación de Acuario. A pesar de que es una buena dotación de meteoros, va a ser particularmente difícil de observar por su cercanía a la luna menguante.

El Gran Cúmulo de Hércules

El día 10 de mayo, además de celebrar a las mamás, ya será visible en el cielo noctuno la constelación nombrada en honor a uno de los héroes mitológicos más emblemáticos, Hércules, y no solo eso, en la misma región hay un cúmulo globular identificado como el Gran Cúmulo de Hércules. También conocido como M13 o NGC 6205, fue descubierto por Edmond Halley en 1714 y catalogado por Pierre Messier en 1764. Se estima que M13 se ubica a 25,100 años luz de nosotros, tiene un diámetro calculado de 145 años luz y contiene del orden de 100,000 estrellas. Con su magnitud aparente de 5.8, M13 es fácilmente visible con binoculares y pequeños telescopios. En 1974, con el radiotelescopio de Arecibo, se envió una señal en esta dirección, como parte de un proyecto que busca civilizaciones extraterrestres.

Acercamiento de la Luna y Marte

Aunque el 15 de mayo ocurrirá una conjunción Luna – Marte, es decir, ambos objetos igualan una de sus coordenadas, la Ascensión Recta, ésta no será visible ya que sucederá a las 23:47 h, cuando ambos objetos estén por debajo del horizonte. En el momento de la conjunción Marte pasará a 1° 28´ al sur de la Luna, pero desafortunadamente sólo será posible ver un acercamiento en las primeras horas de la noche, en dirección de la constelación de Géminis.

Otra ‘Nebulosa sin estrellas’

Para el 21 de este mes, el cúmulo globular M10 (NGC 6254), un objeto Messier de séptima magnitud será visible con unos binoculares o telescopios pequeños. A partir de imágenes obtenidas con telescopios profesionales se ha concluido que alcanza un tamaño aparente en el cielo de unos 20 minutos de arco, lo que equivale a 2/3 del diámetro de la luna llena. Tomando en cuenta que se localiza a 14,300 años luz de distancia de nosotros, este tamaño aparente corresponde a un diámetro lineal de 83 años luz. Asimismo, mirando su núcleo brillante puede estimarse que es menor a la mitad de este tamaño, sólo unos 35 años luz. M10 se localiza en la constelación de Ofiuco y fue detectado por primera vez por Charles Messier el 29 de mayo de 1764, y al igual que la mayoría de este tipo de cúmulos, fue descrito como un objeto de forma redonda y aspecto de una ‘nebulosa sin estrellas’, siendo William Herschel el primero en definirlo como un conjunto de estrellas débiles.

Un viejo en nuestro vecindario

Situado a 7,500 años luz, el cúmulo globular M4 (Cúmulo del Cangrejo) es uno de los más cercanos y fue descubierto por De Chéseaux en 1745-46. En 1764 Messier lo incluyó como el objeto número 4 de su catalogó, siendo el primero en resolverlo como un “cúmulo de muy pequeñas estrellas”. Una veintena de años después, William Herschel pudo resolver éste y todos los cúmulos globulares de Messier con sus grandes telescopios. En 1987 fue descubierto, en este cúmulo, el primer pulsar de milisegundos: una estrella de neutrones que gira cada 3 milisegundos (10 veces más rápido que el pulsar de la Nebulosa del Cangrejo o M1); en 1995, gracias al Telescopio Espacial Hubble, se descubrieron algunas estrellas enanas blancas, casi tan viejas como nuestra galaxia; y, por si fuera poco, el mismo Telescopio Hubble encontró un súper planeta tipo Júpiter orbitando una estrella enana blanca. Por todo esto y más, M4, un antiguo cúmulo de casi 13,000 millones de años, seguirá dando de qué hablar.

Con su magnitud aparente de 5.6 y tamaño angular de 36 minutos de arco (un poco mayor al de la Luna, que mide 30 minutos de arco), estará bien ubicado para ser observado la mayor parte de la noche desde el 29 de mayo; a simple vista en lugares libres de contaminación lumínica, o con unos binoculares o telescopios pequeños, cerca de ciudades; se localiza en dirección de la constelación del Escorpión, hacia el sureste de la Esfera Celeste.