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El boxeo está de luto por la muerte de Nicky Booth, exboxeador que apareció en la escena profesional en 1998 y que fue considerado como un prospecto excepcional, pero que sufrió por su adicción a las drogas y no pudo terminar de desarrollar ese potencial, retirándose cinco años más tarde, en 2003.

Murió a los 40 años y causó un profundo pesar en los fanáticos que supieron disfrutar de su talento en su corta carrera, que le bastó para coronarse campeón británico y campeón del Commonwealth en la división de peso gallo. Aspiró también al título mundial de la FIB en 2001, pero perdió por nocaut técnico ante Jose Sanjuanelo.

Una de sus más grandes peleas, por el espectáculo que allí brindó, fue su primera defensa del título del Commonwealth, también en 2001, ante Ady Lewis quien lo obligó a dar lo mejor de si. Booth la finalizó con un fantástico gancho de izquierda en el séptimo asalto, del que el retador ya no pudo recuperarse.

Quien vea el récord profesional con el que Nicky Booth se despidió del boxeo pensará que fue apenas discreto. Fueron 17 victorias, 5 derrotas y un empate. Pero quienes lo vieron subir al cuadrilátero con continuidad coinciden en considerar que fue un peleador de excelencia.

So sad – rest in peace https://t.co/JGHyRqXnHJ

— Eddie Hearn (@EddieHearn) January 14, 2021

Distintas personalidades del boxeo británico, como el CEO de MatchRoom Boxing Eddie Hearn, despidieron apesadumbrados a Booth desde las redes sociales