COVID-19: IBERO realiza encuesta sobre bienestar emocional de niñas y niños

Staff/Rossi

· Análisis destaca que cercanía familiar durante pandemia alegra a niñas y niños y subsana su ansiedad

· Docentes realizan ‘La voz de las niñas y los niños en el COVID-19: Encuesta de bienestar emocional para niñas y niños’

La ansiedad que algunas niñas y niños presentaron en los primeros meses del confinamiento, como efecto adverso en su salud emocional provocado por la falta de convivencia con sus amigos(as) y compañeros(as) de la escuela, ante la cancelación de las clases presenciales en el país por la pandemia de COVID-19, se ha podido subsanar en los infantes a través de las dinámicas familiares dentro de sus hogares, señaló la doctora Carolina Armenta Hurtarte, académica del Departamento de Piscología de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Y es que, explicó, quedarse en casa ha permitido a las niñas y niños tener una mayor cercanía con sus familiares (padres y madres, principalmente), como hace tiempo en muchos casos no ocurría, y esta mayor convivencia con sus papás y mamás (los y las que no trabajan o hacen home office) ha generado en las y los infantes una sensación de recibir más amor y afecto, además de sentirse alegres y con una capacidad de hacer más cosas. No obstante, esta dinámica en el hogar ha presentado mayores retos por coincidir en un mismo lugar las dinámicas laborales con las familiares.

Todo lo anterior fue revelado en los datos cuantitativos (encuesta) y cualitativos (entrevistas) de La voz de las niñas y los niños en el COVID-19: Encuesta de bienestar emocional para niñas y niños, que Armenta coordina y realiza con otro investigador de la IBERO, el Dr. Manuel López Pereyra, académico del Departamento de Educación, y con la organización civil Cien Lenguajes del Niño A.C.

Esta encuesta, relató la Doctora, forma parte de los proyectos de investigación, intervención e iniciativas ‘IBERO frente al COVID19’, y tiene el objetivo de identificar los aprendizajes en casa, así como el bienestar emocional de los niños y niñas, con edades de 3 a 12 años, que cursan preescolar o primaria durante la contingencia.

Para tal efecto, la encuesta consta de dos fases. La primera se llevó a cabo del 15 de agosto al 15 de septiembre (antes de iniciar las clases a distancia), en tanto que la segunda comenzó el 1 de diciembre y terminará el día 15 de este mes (tras concluir el periodo de escolar). En ambos periodos se está evaluando en las niñas y niños cómo se sienten (por ejemplo, con ansiedad o alegría), si comen más, o menos, durante la pandemia, y si han tenido o no cambios en sus hábitos de sueño.

A la y el investigador de la IBERO les interesa saber cómo están llevando a cabo sus procesos emocionales los niños y niñas, identificar las nuevas interacciones que se están dando en sus hogares, y conocer si la ausencia de interacción con pequeños(as) de su misma edad continúa afectando a su salud emocional.

Como con el COVID se está viviendo una nueva dinámica de convivencia, Armenta Hurtarte considera necesario tener una evaluación de los cambios emocionales que las niñas y niños están teniendo por la contingencia; “esa es la meta de evaluación que tenemos con esta encuesta”.

En su primera fase, la encuesta se aplicó a niños y niñas que viven en áreas urbanas y rurales del Estado de México, Ciudad de México, Aguascalientes, Chiapas, Querétaro y Yucatán. La encuesta, que se efectúa por internet, está diseñada para ser contestada por niñas y niños de 8 a 12 años; y por las y los pequeños de 3 a 7 años, contestan sus cuidadores (mamá, papá, abuela o abuelo). La otra parte de la investigación consiste en la participación de las y los infantes, quienes independientemente de su edad, elaboran dibujos, que proporcionan información cualitativa a los investigadores.

Además, La voz de las niñas y los niños en el COVID-19: Encuesta de bienestar emocional para niñas y niños está ligada a la investigación ‘Pedagogías diversas: la voz de los niños y las niñas sobre la pandemia COVID-19’ (coordinada por el Dr. López Pereyra), con el fin de saber cómo se están vinculando las emociones con la enseñanza que reciben los niños(as), para poder ver sus procesos de aprendizajes significativos.

Cuando se termine de reunir la información de la segunda fase de la encuesta, sus realizadores comenzarán a trabajar en la elaboración de un manual que contenga tarjetas de actividades que las niñas y niños puedan ir desarrollando, independientemente de sus clases, para favorecer su bienestar emocional. Dicho manual se espera tenerlo listo en febrero de 2021, anunció la Dra. Carolina Armenta

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