Staff/Rossi
Se destacaron las afectaciones producidas en la generación de información estadística y geográfica por los impactos de la pandemia, así como las nuevas necesidades información que de ello se derivan.
Se presentaron los programas para la generación de información que se implantaron para medir el impacto del COVID-19.
Las Secretarías de Salud y Economía expusieron su experiencia para hacer frente a los retos en la integración de información en el contexto de la contingencia sanitaria.
El Consejo Consultivo Nacional (CCN) realizó su primera sesión 2020 encabezada por el presidente del INEGI y del Consejo, Julio Santaella. El objetivo de la sesión fue analizar los retos para la integración de la información estadística y geográfica ante el coronavirus COVID-19 en el marco del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (SNIEG).
A la reunión celebrada de manera virtual asistieron consejeros representantes de la Administración Pública Federal, del Poder Legislativo, del Poder Judicial, del Banco de México y del Instituto Federal de Telecomunicaciones. También, se contó por primera ocasión con la presencia no sólo de los representantes de las entidades federativas ante el CCN, sino también de todas las entidades federativas en lo particular.
Julio Santaella realizó una exposición sobre los retos del INEGI en la generación de información estadística y geográfica frente al COVID 19. Se refirió al impacto que tuvo la suspensión del levantamiento de censos y encuestas que se decretó en marzo para poder integrar información económica, de seguridad pública y gobierno, así como sociodemográfica. Esta medida, aunque fue levantada en julio del presente año, orilló al INEGI en este contexto, a innovar en técnicas de levantamiento de datos a través de Internet o vía telefónica, a publicar notas técnicas de los impactos específicos que pudieran incidir en la calidad y continuidad de los resultados, a retrasar los resultados de algunos censos y encuestas y a crear programas específicos para medir el impacto del COVID-19 y sus principales resultados.
Hizo particular mención a la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), que recaba información desde el mes de abril de este año, y ha permitido visibilizar el impacto de la pandemia en la actividad económica.
De forma complementaria a la ETOE se llevó a cabo la Encuesta Telefónica sobre COVID-19 y mercado laboral (ECOVID-ML), que ofrece información mensual desde abril y permite medir el impacto de la pandemia en el mercado laboral, así como la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por la COVID-19 en las Empresas (ECOVID-IE), la cual se desarrolló apegada a la metodología propuesta por el Banco Mundial para poder realizar comparaciones internacionales.
Por su parte, Ernesto Acevedo Fernández, subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad de la Secretaria de Economía, presentó el impacto económico global del COVID-19, el cual ha propiciado una contracción significativa del Producto Interno Bruto en las principales economías del mundo. Asimismo, mencionó que, si bien las expectativas de recuperación para el próximo año han mejorado, éstas serán insuficientes para compensar las pérdidas de 2020. También señaló que en nuestro país el consumo privado, la inversión y el empleo formal se redujeron de manera severa; por lo que será necesario contar con nueva información sobre la relación del poder de mercado con el bienestar de la población, el comercio internacional de servicios, la economía de la salud, la caracterización socioeconómica de las víctimas del COVID-19, la innovación y las cadenas globales de valor artificial, entre otra, para contribuir a mejorar el diseño de las políticas económicas.
Finalmente, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, hizo una exposición de los retos del sector salud en la generación de información estadística frente al COVID-19, en la cual habló de la necesidad de cambiar el enfoque administrativo y la cultura institucional en la generación de datos del sector, para transitar a un modelo de inteligencia en salud que se centre en las personas, y permita el aprovechamiento de múltiples disciplinas y bases de datos, para una toma oportuna de decisiones y el desarrollo de políticas públicas eficaces.
Señaló que la instauración de este modelo de inteligencia en salud requiere de una vinculación con la academia, de la coordinación interinstitucional y de la federación con las entidades federativas, así como del intercambio de mejores prácticas en los ámbitos local y global.
Durante la intervención de los consejeros se hizo mención, entre otras cosas, de la necesidad de levantar en corto plazo un nuevo Censo Agropecuario, del cual la última información disponible es del año 2007. También se mencionó la importancia de hacer valer la legislación en materia de transparencia para abatir las prácticas de negación y ocultamiento de datos por parte de las instituciones.
El presidente del INEGI y del CCN finalizó la sesión agradeciendo a los integrantes del Consejo Consultivo Nacional por su asistencia y destacó que en el contexto de la contingencia sanitaria del COVID-19, el INEGI está comprometido a generar información relevante para la toma de decisiones en nuestro país.
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