Hipólito Contreras
Hoy que estamos viviendo estas situación tan difícil de enfermedad, sufrimiento, debemos apreciar, valorar y cuidar nuestra vida y las de los demás desde el principio, desde la concepción, hasta la muerte natural, afirmó en la misa dominical el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa.
“Es el Señor de nuestra vida, él nos da la vida, es el señor de nuestra historia, a los que se enferman los predestina a que reproduzcan en sí mismos a la imagen de su propio hijo para que sea entre nuestros hermanos, entre muchos hermanos, a quienes los predestina los llama los justifica y a quienes los justifica los glorifica, expresó.
Tres parábolas nos presente el evangelio, comparado con el tesoro escondido de la perla preciosa, el reino de Dios tiene un valor incalculable, el que lo descubre renuncia a todo con tal de poseerlo.
El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo, el que lo encuentra lo vuelve a esconder y lleno de alegría ve cuánto tiene y compra aquel campo, el reino de los cielos se parece a un comerciante de perlas finas que al encontrar una perla de mucho valor ve cuánto tiene y la compra.
En la tercera parábola también se parece el reino de los cielos a la red que los pescadores echan en el mar y recogen toda clase de peces, cuando se llena la red los pescadores la llevan a la playa y escogen los pescados, los ponen en canastos y tiran los malos.
Esas son las tres parábolas que presenta el evangelio que tienen un valor incalculable, quien descubre ese tesoro, esa perla, esos peces buenos, renuncian a todos con tal de poseerlos, de la familia, los amigos, caminar sin la gracia de Dios no es buena idea, los lleva al fracaso, de ahí la importancia de saber combinar nuestra actividades con la gracia de Dios, nuestra vida está en sus manos, querer caminar sin Dios es el peor fracaso del hombre, tenemos que caminar con la Gracia de Dios y la ayuda de los demás, con el testimonio de nuestros hermanos, expresó el arzobispo de Puebla.