Jorge Barrientos

Luego de varias horas de discusión diputados integrantes de la LX legislatura avalaron con 28 votos a favor, 1 en contra y 12 abstenciones, avalaron las reformas constitucionales con las que se elimina el fuero constitucional al auditor superior, a los magistrados y a los consejeros de la judicatura para que puedan ser procesados penalmente.

A pesar de las acusaciones de “simulación” de parte de los diputados opositores al bloque de a la coalición Juntos Haremos Historia, fue que se aprobaron estas reformas a la Constitución Política del Estado de Puebla en la que se elimina el fuero a todo servidor público.

La eliminación del fuero constitucional en Puebla confrontó, en el Congreso, a la oposición, que acusó “una simulación” que generará más injusticias en la aplicación de la ley a los servidores públicos.

Durante la discusión del dictamen, los legisladores del Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC) señalaron que la propuesta representó “una eliminación a medias” de esta protección.

La diputada por el PAN, Mónica Rodríguez Della Vecchia, señaló que esta reforma provocará inequidad, porque pese a cometer un delito el servidor público seguirá en su cargo enfrentando un proceso legal teniendo la posibilidad para manipular la ley.

Sentenció que se debió terminar con estos privilegios de la clase gobernante pero de forma correcta sin perjudicar la imparcialidad en la aplicación de la justicia en detrimento de los ciudadanos.

La legisladora por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Vianey García Romero, subrayó que este dictamen concentró las iniciativas presentadas por el PRI, el gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, y una personal.

Enfatizó que esta reforma eliminó el fuero y protección que gozaba el gobernador, diputados, magistrados del Tribunal Superior de Justicia así como el titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE).

Condenó que la oposición actúe con “una doble moral” señalando estar a favor de la eliminación del fuero pero buscando argumentos legales para impedir la aprobación para mantener esta protección constitucional.

Por su parte, el diputado por el PRI, Javier Casique Zárate, acusó “el gatopardismo” de la coalición Juntos Haremos Historia y lamentó que aprovechando su mayoría legislativa para imponer una reforma incompleta y a modo.

Los diputados José Juan Espinosa Torres y Héctor Alonso Granados advirtieron que esta reforma constitucional, como fue aprobada, generó un nuevo estado de impunidad y no se cumplió con la exigencia de los ciudadanos para poner fin a esta protección.

Luego de un receso fue que se realizó una nueva votación, donde al estar emitiendo su voto la diputada Tonantzin Fernández Díaz, se escuchó la expresión “hija de la chingada”, lanzada por el diputado, Arturo de Rosas Cuevas, la cual generó las carcajadas de los legisladores, así como la molestia de otros, por estar en otras situaciones personales y no en la sesión ordinaria del Congreso, ya que la presidenta de la mesa, Mónica Rodríguez, lamentó que se encuentren conectados pero sin poner atención a la votación o a la sesión, generando discusiones sin fundamento.

Error en conteo de votos provoca confrontación

Durante la votación del dictamen, la presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Rodríguez Della Vecchia, “cantó” una votación menor con la que no se alcanzaban las dos terceras partes de los sufragios para aprobar esta reforma constitucional.

Esto provocó la molestia de los diputados, Gabriel Biestro Medinilla, Vianey García Romero y Nora Merino Escamilla, quienes exigieron una corrección, debido que sus cuentas sumaban 28 votos a favor y no los 25 mencionados por Rodríguez Della Vecchia.

García Romero acusó a la presidenta de la Mesa Directiva de incurrir en un exceso e incluso robarse la votación como lo hizo el PAN en 2018 y lamentó que, pese a decirse demócrata y militar en un partido con esa ideología, no actúe de esa forma.

Por su parte, el diputado sin partido Marcelo García Almaguer rechazó este tipo de conductas por parte de sus compañeros congresistas, dado que es un episodio que “da pena” al no honrar las palabras de los propios congresistas calificándolo como absurdo.