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En el año 2011 fue ejecutado Javier García Morales, también hijo del político Javier García Paniagua
Hace casi 9 años, el 6 de septiembre de 2011, fue ejecutado Javier García Morales, hermanastro del secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, en una cafetería de Guadalajara, en el estado de Jalisco.
García Morales, de 58 años, también hijo de Javier García Paniagua, fue atacado a balazos cuando esperaba que el valet parking le entregara su vehículo Hummer, luego de retirarse del establecimiento comercial ubicado sobre la avenida Providencia y Bogotá, de la colonia Providencia, en la capital jalisciense.
El ataque fue perpetrado por dos sujetos quienes ya esperaban a “Javiercillo”, como se le conocía en el mundo de la política. Recibió disparos en tórax, piernas y cabeza. En la escena del crimen se localizaron cuatro casquillos calibre .9 milímetros.
“Nos reportan a una persona agredida por arma de fuego a las afueras de un restaurante, cuando llegamos pues únicamente se confirma nada más el deceso de la persona agredida, la cual falleció por heridas de proyectil de arma de fuego”, informó la entonces procuraduría estatal.
Al lugar del crimen llegaron el coordinador de la Policía Investigadora de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco (PGJEJ), Marco Antonio Venegas Mendoza, y los entonces diputados locales, Enrique Aubry, del Partido Verde Ecologista; Roberto Marrufo y Luis Armando Córdoba, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Javier García Morales fue un eslabón de una cadena política de gran influencia en el PRI, tanto en el gobierno del estado, como en las estructuras nacionales. Su abuelo, el general Marcelino García Barragán, fue uno de los hombres de poder más polémicos de la historia estatal y nacional del priismo.
García Barragán logró crear un grupo propio que controló la política de Jalisco, muy vinculado al liderazgo de José Guadalupe Zuno, ex gobernador de esa entidad y cacique regional.
Marcelino fue titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en tiempos de Gustavo Díaz Ordaz y estuvo involucrado en la matanza de la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco en 1968. También fue gobernador de Jalisco.
El padre de García Morales, Javier García Paniagua, también fue uno de los políticos con mayor trayectoria en el PRI, tanto a nivel local, como a nivel nacional. Fue senador en tiempos de la presidencia de Luis Echeverría Álvarez; igual fungió como secretario de la Reforma Agraria; y también aspiró a la presidencia de la República en 1981, sin embargo, Miguel de la Madrid fue el ungido por el partido del gobierno.
García Paniagua fue director de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), policía política dependiente de la Secretaría de Gobernación. La DFS era una instancia de investigación e inteligencia a la cual se responsabiliza de la guerra sucia de los años 70, pues fue constituida para investigar a adversarios políticos del régimen, priistas que se salían del cauce institucional, extremistas de cualquier signo político y guerrilleros.
Dentro de la trayectoria de Javier García Morales, resalta su función como secretario general adjunto del PRI nacional en el año 2004. En la actualidad, su hijo Fabián García es vicepresidente del Frente Juvenil Revolucionario, el ala juvenil del PRI.
Antes de ser designado como secretario general adjunto del PRI, García Morales fue investigado por presuntos nexos con el crimen organizado. En el año 2000 la entonces Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) sospechaba que “Javiercillo” tenía nexos con el Cártel de Juárez, aunque formalmente no se demostró.
Tres días antes de su ejecución, el 3 de septiembre de 2011, Javier García Morales participó en el homenaje luctuoso que se realizó a su abuelo, el Marcelino García Barragán, en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.