Carlos Javier Jarquín
Escritor y poeta
El primer semestre del 2020 llegó cargado de dolor; preocupaciones, tristeza, luto, reflexión e infinidades de cambios para todos, nadie se imaginaba que el 20-20 provocaría torrenciales de lágrimas para muchos y para los más optimistas a pesar de todo despertaría en ellos el talento que por mucho tiempo había vivido profundamente dormido, el Covid-19 ha sido el causante de que la humanidad está viviendo días de incalificable oscurana. En todos los medios de comunicación y redes sociales de lo que constantemente se habla es de esta pandemia mundial que ha provocado la muerte de miles de personas y, lo más lamentable es que quienes han fallecido de este virus sus familiares no se pudieron despedir como tal como corresponde.
Esta epidemia a gran parte de la población nos ha enviado a cuarentena, durante este lapso de tiempo en los hogares se han vivido historias imaginables, entre parejas, padres e hijos. A continuación te presento la historia de Melvin y Esther ellos viven en Madrid España, el confinamiento les cambió la vida para bien. Ellos tienen 5 años de vivir en unión en libre, Él tiene 50 años y Ella 45 cada uno tiene dos hijos con las expareja que viven en otra ciudad lejana de Madrid. Durante el último año la relación de ellos ha sido de múltiples complicaciones y una de las principales razones era porque él tenía dos trabajos y casi no le dedicaba tiempo, hasta los domingos trabajaba, ella trabajaba con horario de 8 horas de lunes a viernes. La mayor parte de su tiempo la pasaba solitaria y siempre le reclamaba que por favor se dedicarán tiempo especial, él le respondía que ya pronto iba a quedarse solo con un trabajo y así podrían compartir suficiente tiempo, que por ahora le tuviera paciencia.
¿Qué pasó durante los primeros dos meses del confinamiento con esta pareja?
La primer semana para ambos era incómodo ya que en los últimos meses discutían muchísimo (a pesar que casi no se veían), después de estar 8 días en casa continuamente, en un precioso e inenarrable atardecer de un fin de semana floreció en ellos el mágico amor, pasión y talento. Esa tarde se dieron cuenta de la importancia del tiempo presente e iniciaron a vivir lo que nunca habían vivido. Él por primera vez elogió los encantadores ojos y sonrisa de singular belleza de su amada. Por un momento se olvidaron de la pandemia global que estamos viviendo, en el instante juntos decidieron cambiar sus vidas, decidieron aprovechar cada minuto de respiración y conforme pasaban los días, ambos se daban cuenta de lo talentoso que eran, decidieron convertir la difícil circunstancia en grandiosa oportunidad para vivir cada día con afable relevancia.
Ella habla español, inglés y francés, él habla español, alemán y portugués. La cuarentena para ellos fue motivo de inspiración para amar, aprender y explotar talento, del 15 de Marzo al 15 de Mayo, se amaron como nunca lo habían hecho, ella le enseñó inglés y él alemán, ella le dedicó tiempo a su arte que tanto ama y es plasmar a través de la pintura sus sentimientos y emociones, él se dedicó a su pasión de su adorada adolescencia que era escribir poesía, durante dos meses escribió más de 100 poemas sobre temas variados e interesantes y muchos dedicado a la belleza femenina en especial a su preciosa Esther.
No esperemos vivir difíciles momentos, para darnos cuenta de lo talentoso que somos o para darnos cuenta de la importante que es esa persona con la que convivimos; valoremos, apreciemos y elogiemos este momento, que es lo único auténtico con lo que contamos porque el mañana es inseguro y el ayer es historia, el presente es la única opción para manifestar felicidad, aprovechar el ahora es saber vivir la vida. Entre profunda y marcada preocupación durante éstos meses de confinamiento en muchos hogares ha brillado el amor y también la creatividad, en otros la nostalgia se ha poblado excesivamente, trabajemos e intentemos a convertir este óbice en colosal ocasión de gloria significativa.