Fiorella Linda Gutiérrez Lupinta
Terapeuta de Lenguaje, pintora, cantante, actriz y escritora
Sí, es real. No estamos hablando de una novela o película de ciencia ficción. Se están perdiendo muchas vidas humanas a causa de un virus, “el COVID- 19”.
Ahora, somos los protagonistas de una pandemia mundial. Parece como si todo estuviera de cabeza. Muchos se han replanteado ideas y preguntas como: ¿Qué estamos haciendo con nuestras vidas?, ¿Creemos en Dios?, ¿Merecemos esto?, ¿Se acerca el final?; otros, se han vuelto creyentes, han mostrado su lado más humano o su lado más inhumano; pero, todos tienen un común denominador: “el miedo”. Con los años aprendí que, “El miedo es el peor atraso del hombre”; sin embargo, hoy, hasta los más fuertes lo tenemos; pero, ¿Queremos vivir? o ¿Queremos morir? No me gusta juzgar; empero, otras de nuestras realidades, es otro virus, “el que ha existido desde siempre, la otra cara de la moneda, la otra cara del hombre”: EL LADO INHUMANO. Inhumanidad, se define, según la RAE como: f. Crueldad, barbarie, falta de humanidad. Aquí algunos ejemplos: Calígula, Napoleón, Hitler, etcétera. Estos seudo líderes se apoderaban de las vidas humanas, pues decidían, si un hombre podía morir o vivir. El dilema es que ahora nosotros sin tener la intención, podríamos parecernos a estos asesinos, no en todas sus dimensiones, pero, sí, en decidir por la vida de otras personas, ya que, sin saber si tenemos o no el virus, podemos contagiar a otras personas y provocarle la muerte o nos pueden contagiar el virus y provocarnos la muerte. Claro está que, nosotros jamás pedimos estar en esta posición. Lamentablemente, actualmente, sí, estamos en esta posición.
El detalle es que, casi todo el mundo tiene clara la idea, de lo que puede provocar el COVID-19 y cómo se contagia; no obstante, seguimos viendo, en las noticias, personas que actúan como si nada sucediera, realizan fiestas, van a la playa, salen a pasear, están afuera de sus casas consumiendo alcohol o realizan reuniones en casas de los vecinos, justificándose que su domicilio está a dos casas, etcétera.
Muchos nos preguntamos: ¿Toman esta pandemia como una broma?, ¿Son conscientes de lo que están provocando, pero aun así, lo siguen haciendo? Acaso, ahora, ¿Ellos son los inhumanos, los asesinos, los que no les interesa la vida humana?, juzguen, ustedes mismos.
Por otro lado, existe un grupo consciente de este gran problema, “nuestros héroes” y nosotros, los que sí apostamos por la vida, aquí encontramos a: los médicos, los enfermeros, los farmacéuticos; en general, todo el equipo de salud. También podemos ubicar a las fuerzas del orden como los policías, los militares y serenazgos. Y no nos olvidemos de las personas que siguen trabajando en los mercados, los operarios de limpieza, los transportistas, los teleoperadores, las ONG y las parroquias que llevan alimentos u alguna otra ayuda a los sectores más necesitados y todas las demás personas que hacen posible que este virus no se propague, que sí cumplen las normas, buscan soluciones, se adaptan, se compadecen, respetan sus vidas y las vidas de los demás.
Y es que no estamos hablando de sentir malestares provocados por la enfermedad del virus. ¡Estamos hablando que, la enfermedad del virus puede traer como consecuencia la muerte! ¿Por qué dudar en hacer lo correcto? o ¿Es que en estos tiempos ya no apreciamos la vida?, ¿Qué pasa?, ¿Somos seres humanos?, ¿Por qué cuesta tanto provocar el menor daño?
Aunque suene rudo, siento que estamos divididos en dos grandes grupos: un grupo de personas apoyan el lado de la humanidad y, otro grupo de personas, apoyan el lado de la inhumanidad. Pues, ante esta situación, claramente, yo elijo y siempre elegiré, el primer grupo, y espero que, todos los que alguna vez nos hemos ubicado en el segundo grupo podamos reflexionar, cambiar y darle otro giro a nuestra historia.
Tengo fe y esperanza que todo mejorará, que podremos conseguir la vacuna para exterminar el virus COVID- 19. Sin embargo, espero también, se pueda exterminar el virus de la deshumanización: el cual es el causante de las guerras, asesinatos, violencia de género, discriminación hacia la identidad sexual, violaciones, asaltos, secuestros, violencia hacia los animales, racismo, antivalores, no respetar ideologías, etcétera.
Sabemos todos que, jamás seremos perfectos y no todo es “Color rosa”; pero, al menos, seamos justos y respetuosos. ¡Ojalá, ojalá!, exterminemos los dos grandes virus que atacan la humanidad: el COVID- 19 y la deshumanización.
Es necesario que todos nos unamos y hagamos fuerza. ¡Es hora de despertar y cambiar!
Muy buen aporte. Gracias por compartirlo.