Staff/Rossi

Miguel Huerta, creador de una prótesis de brazo de bajo costo, trabaja en el diseño y desarrollo de instrumentos que permitan mejorar la atención médica ante el aumento de casos de coronavirus.

En octubre de 2019 la vida de Miguel Huerta se revolucionó: un tuit y un post en Instagram, sumados al alcance de algunas personalidades que los compartieron, como Will Smith, hicieron que el desarrollo de la prótesis de brazo en la que había venido trabajando junto con su equipo le diera la vuelta al mundo.

Cinco meses después Miguel sigue trabajando, pero ahora con otra idea en mente: poner de su parte para atender la contingencia provocada por la pandemia del Covid-19 que amenaza con colapsar los servicios médicos.

Quien se asome a la cuenta de Twitter de este profesor de Diseño del ITESO (@MiguelHta) podrá ver los nuevos proyectos en los que trabaja: una careta para protección médica, una caja de intubación, un duplicador para los ventiladores que permitiría incrementar el número de camas disponibles y una aplicación que permite conocer el riesgo que tiene una persona de ser portadora del Covid-19.

“Todo surgió a partir de que vimos lo que estaba pasando en Italia y España. Platicamos con doctores para ver qué necesidades había y aprovechamos que hay una tribu grande en Facebook desarrollando ideas”, cuenta Miguel.

Al igual que con la prótesis de brazo, todos los proyectos que desarrolla son de bajo costo de producción. Además, en este caso, Miguel Huerta también ha puesto los instructivos de fabricación en línea con acceso libre para que cualquier persona pueda replicarlos.

“No nos interesa lucrar, sino ayudar a proteger”, señala el cofundador de Taller Serendipia.

Una de las principales necesidades que tiene en este momento Miguel Huerta es encontrar personas que quieran invertir para producir los productos que ha desarrollado. La idea, explica, es cambiar la impresión en 3D por el proceso de inyección de plástico, lo que permitiría reducir costos y donar los insumos a los hospitales. Cuenta que él y sus socios, Javier de Alba y Ernesto Flores, comenzaron a producir algunos insumos con sus propios recursos, pero requieren una inversión de aproximadamente 750 mil pesos para echar a andar todos los proyectos y luego “hacerlos llegar a donde haya mayor necesidad. Tenemos ya algunos contactos que nos pueden ayudar a identificar las necesidades de cada lugar y hacerles llegar las cosas de manera adecuada”.

Pero la mente de Miguel Huerta no se detiene. Si se sigue hurgando en su cuenta de Twitter es posible ver cómo ya diseñó una careta de protección que se puede elaborar con botellas de refresco. Y no sólo eso, ya que está invitando a las dos grandes refresqueras a que impriman guías de corte en sus botellas para que las personas puedan fabricar sus propias protecciones siguiendo las instrucciones que también están disponibles y con libre acceso en su cuenta.

El profesor del ITESO no deja pasar oportunidad para agradecer el apoyo que ha encontrado entre sus alumnos de la universidad, quienes le han ayudado a difundir los proyectos y a potenciar su alcance.

Si desea conocer y apoyar las iniciativas que están desarrollando Miguel Huerta y su equipo pueden contactarlo a través de su cuenta de Twitter (@MiguelHta).