Evidencian fracaso de la cooperación internacional en el desarrollo de los países

Staff/RG

El 24 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Información sobre el Desarrollo en medio de serios cuestionamientos sobre países desarrollados y emergentes.

Las promesas de prosperidad y crecimiento económico son promesas vacías: Norberto Maldonado, experto en tecnología.

Un ciudadano promedio en un país desarrollado gana entre 4 y 10 veces más que uno en un país emergente y hasta 80 veces más que uno en un país pobre.

México, octubre de 2024. En el marco del Día Mundial de la Información sobre el Desarrollo, es crucial hablar claro: “la movilización de la opinión pública en torno a los problemas del desarrollo ha sido, en gran medida, un fracaso calculado”, señala Norberto Maldonado, experto en tecnología. Desde los años 70, los gobiernos y las instituciones internacionales han proclamado la necesidad de cooperación y ayuda para los países en desarrollo, pero ¿Dónde están los resultados tangibles? ¿Cuántas promesas de prosperidad y crecimiento económico siguen siendo eso, promesas vacías?

La brecha económica entre los países desarrollados, emergentes y pobres es una de las más persistentes y notorias en el escenario global. Esta diferencia puede medirse a través de varios indicadores económicos, siendo el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita uno de los más utilizados, ya que refleja el ingreso promedio de una persona en un país.

En contexto, los países desarrollados con sus economías avanzadas y altos niveles de industrialización reportan un PIB per cápita de entre 40 y 80 mil USD; los países emergentes quienes experimentan un crecimiento económico rápido sin alcanzar a los primeros están entre los 6 y 20 mil USD de PIB per cápita; y los países menos desarrollados, con economías frágiles y altos niveles de pobreza están entre los 500 y 2 mil USD PIB per cápita.

“Se nos ha vendido la idea de una interdependencia solidaria entre los países desarrollados y los países en desarrollo; la realidad es que esa cooperación internacional beneficia sistemáticamente a los primeros, manteniendo a los segundos atrapados en un ciclo interminable de pobreza y dependencia. El llamado desarrollo global es un pretexto para el saqueo de recursos y la explotación de mano de obra barata”, resalta el experto, bajo el racional de que un ciudadano promedio en un país desarrollado gana entre 4 y 10 veces más que uno en un país emergente y hasta 80 veces más que uno en un país pobre.

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