Pagar los platos

Hector A. Gil Müller

Los platos son una de las mas importantes manifestaciones gastronómicas de alto significado humano, es la definición con la que humanizamos la comida que la tierra nos da. Es el escenario de una creación y la festiva representación de una ocasión. Los platos seguramente junto con las sábanas son de esos elementos tan humanos que se vuelven desapercibidos. Los platos nos unen en amistad al “comer del mismo plato” pero también nos separan al ser “plato de segunda mesa”. Son evidencia de lo importante al ser “plato principal” y también bendita oportunidad “mientras está en el plato” o funesta consecuencia: “del plato a la boca se cae la sopa”.

En México, en el tragicómico México, buscamos siempre responsables, pero no por la gallardía de quien responde sino por la descarga de quien castiga. Quizá porque hemos visto en la historia que no se ha pagado y también porque se nos ha dicho tantas veces que la impunidad es el problema. Palabrejas rimbombantes que solo esconden que alguien no hace su trabajo. En esa vocación de encontrar culpable, usamos: “Pagar los platos rotos” la anterior es una frase que hemos usado para responsabilizar a alguien de una conducta, pero en realidad su origen es mas piadoso y se refiere a que alguien carga con una culpa de la cual no tiene responsabilidad alguna. En una sociedad como la nuestra en la que estamos sedientos de venganza mas que de justicia, la frase nos evoca una aspiración genuina, en cada reunión alguien debe ser quien pague por los platos que accidental o intencionalmente se rompan. Antes de esa frase se usaba decir “pagar el pato”, que era un derivado de “pagar el pacto”, frase con la que los cristianos se burlaban de los judíos que pregonaban que ellos habían hecho un pacto con Dios.

Los platos que además de una condición higiénica también resultan ser un límite piadoso a las cantidades de comida, vienen de la raíz plat, ancho y plano, de ahí viene planta. Como en su mayoría eran de metal, también proviene de plato la palabra plata para hacer alusión al metal usado.

Plata que en latín es argentum, provocó que el pueblo del río de la plata se llamará argentina. Hoy la Argentina con su presidente Milei está redefiniendo el concepto de platos y la noción de quién debe pagar los platos rotos.

Ante la crisis de significado de un modelo que parece olvidar a los ajenos al desarrollo, a aquellos que no alcanzaron por su medios o por su situación a subir al tren del desarrollo. Ante esos silencios de un modelo, han surgido muchas respuestas tan opuestas incluso al propio sistema económico. El populismo se ha enraizado en muchos países solo por los vacíos que otros modelos no pueden satisfacer.

Pero ha surgido una voz de defensa del modelo eminentemente liberal, de la libre empresa y la separación del estado en el mercado.

Milei apuesta a ello, al mismo tiempo la carencia provocada por una inflación rampante y una devaluación constante sigue manifestándose en los platos argentinos castigando el desarrollo social.

Si el modelo de total libertad se reafirma, ¿Quién pagará los platos rotos?, ¿Quién será responsable de los golpes desde el populismo?, porque la apuesta literalmente se impone sobre los platos, y a todo se acostumbra uno, menos a no comer.

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