Menos aire puro y más dióxido de carbono, lo que respiramos en el Valle de Toluca

EL VALLE

Toluca, Méx.- El aire del Valle de Toluca ya no es puro, sino una combinación de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero, que a la larga impactan en la salud de todos, informó Yered Gybram Canchola Pantoja, Profesor Investigador de la Facultad de Geografía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx).

Y es que, la mancha urbana, los automóviles, la actividad industrial, pecuaria, agropecuaria, la quema de pastizales y basura, las ondas de calor en combinación con los frentes fríos y la transición de una estación seca a húmeda, son los factores que propician las contingencias ambientales en el Valle de Toluca y México, esto significa que la calidad del aire es muy mala y que puede afectar a la salud.

En lo que va del año ya se han presentado tres contingencias ambientales, dos en la Zona Metropolitana del Valle de México y una en el Valle de Toluca, éstas son episodios en los que los niveles de contaminantes en el aire superan los límites establecidos para proteger la salud de la población, dichos eventos son más frecuentes en ciertas épocas del año, especialmente durante la temporada “seca-caliente”, que generalmente va de mediados de febrero a inicios de junio, justo antes del comienzo de la temporada de lluvias.

De acuerdo con el experto, Toluca tiene ciertas complejidades, está situada en un Valle y en la actualidad, es la quinta ciudad más grande del país con un aproximado de 3 millones de habitantes, lo que significa más dispersión de contaminantes a la atmósfera, que al combinarse con el frío forman una capa densa que impide la dispersión y provoca la acumulación de contaminantes.

La identificamos como esa capa densa que impide la visibilidad y que repercute en la salud de los grupos más vulnerables que son los niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas que padecen de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

Es durante este periodo que la región experimenta condiciones climáticas como altas temperaturas, radiación solar intensa, baja nubosidad y vientos débiles, que facilitan la formación y acumulación de ozono en la atmósfera.

“Debemos comprender que la atmósfera tiene una circulación muy compleja de vientos, tiene procesos diferenciados por el tipo y estación del año, y los efectos globales como el cambio climático como El Niño y La Niña han influido”.

Por ello, el experto en Ciencias Ambientales subrayó en la necesidad de concientizar a la población para mitigar las contingencias ambientales con acciones propias, que van desde reducir al mínimo el uso de automóvil, evitar el uso de aromatizantes, aerosoles, pinturas, impermeabilizantes o productos que contengan solventes, disminuir el uso de los combustibles acortando el tiempo de ducha a un máximo de cinco minutos y al cocinar, utilizar recipientes con tapa, revisar si hay fugas de gas en casa y arreglarlas, quemas de pastizales controlados y supervisados, evitar la quema de llantas, la rehabilitación de áreas verdes e implementación de tecnologías limpias, entre otras.

Reconoció que en los últimos 20 años se han modificado los patrones ambientales a causa del ser humano, sin embargo, también es el humano el que tiene la posibilidad de cambiar la realidad actual y dejar un mejor futuro.

Finalmente, la información que nos brinda el experto invita a reflexionar sobre la calidad del aire que se respira en el Valle de Toluca, por ello, es importante que la sociedad se sume a programas como la verificación vehicular, transitar al uso de tecnologías limpias, disminuir al máximo el uso del automóvil y la motocicleta; preferir caminar, usar bicicleta o el transporte público. Esto reduce la contaminación, pero también mejora la salud al mantenernos activos.

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