Juan Carlos Hernández Meijueiro

La Biblia jamás dice ni que eran 3, ni que eran reyes, ni que eran magos. Se ha dicho que eran 3, porque Mateo menciona que traían “3 regalos”: oro, incienso y mirra.

Pero tal vez eran dos y traían tres regalos; tal vez eran 20 y traían 3 regalos… La palabra en griego con que los menciona el evangelio es “MAGOI”, que fue cambiando de significado.

Su sentido primario eran sacerdotes de los “Medas”, una etnia que formaba parte de los que llamamos “persas”. Sacerdotes del profeta ZARATUSTRA, eran conocidos por hacer brevages de plantas para curar diversas enfermedades y viajaban por todo Persia como sanadores.

Se les conocía por sus “artes médicas” (porque eran de la etnia de los Medas) y se les asociaba a la hechicería por no saber cómo lograban la salud de la gente. Sus artes médicas la realizaban por la noches, ante el fuego y pidiendo a las estrellas, que conocían muy bien, la salud de sus enfermos.

En sus viajes se guiaban por éstas, por lo que generalmente viajaban de noche. Así, pues, MAGO en esa época era un “sacerdote Meda”, curandero, sanador.

Mateo tampoco dice que uno era güero, otro Moreno y uno negro; esas imágenes se fueron creando en el imaginario colectivo del cristianismo posterior, a través de la tradición católica, para ilustrar lo “universal” de la Iglesia, ejemplificando a todas las razas.

Tampoco dice el evangelista que venían de “Oriente”… En griego dice que venían de “Anatolia”, cuya capital era Capadocia, hoy Turquía, que no está al “Oriente” de Belén, sino al norte.

Es probable que hoy se force la traducción, debido a que los MAGOI eran sacrdotes/curanderos Medas, que queda al oriente de Belén; pero como eran viajeros, el Evangelio dice que, aunque su origen pudiera ser Persia, hogar de los Medas, éstos en particular venían del norte, de Anatolia, Turquía.

Tampoco dice el Evangelio de Mateo (único en mencionar la escena; ningún otro Evangelio lo menciona) que venían en camello, caballo ni elefante; esto es probable que se haya tomado de la insistencia de la Iglesia en considerarse “Universal”, ya que el caballo es de origen caucásico (sur de Rusia), el camello es árabe, y el elefante es tanto africano como asiático.

Los que llamamos “Reyes Magos” han tenido varios nombres a lo largo de la historia.

Sus nombres originales en Hebreo fueron:

Galgalath, Serakín y Malgalath.
Posteriormente se les nombraron en árabe como Malgalath, Galzaleth y Sarasín.

En las primeras traducciones griegas se les llamó Ator, Sator y Peratoras.

En Babilonia se les llamaba en Caldeo como Apelio, Amero y Damasco. Cuando las biblias fueron traducidas al latín aparecieron sus nombres en los Evangelio Apócrifos como
Melichior, Gathaspa y Bithisarea (s. XIII).
Como hoy los conocemos: Melchor, Gaspar y Baltazar aparecerán en Español antiguo, hasta el siglo XVI.

Los Cristianos Ortodoxos creen que fueron 12 los Magos de Anatolia (Turquía), aunque traían sólo 3 regalos…

El origen de la Rosca de Reyes es romano. Significaba el fin de un ciclo y el inicio de otro.

Se les ponía adentro una moneda y si te sslía, significaba que en el ciclo que iniciaba tendrías dinero; ponían un huesito de los que si los partes y te quedas con el pedacito más grande, significaba que en el nuevo ciclo tendrías suerte y fortuna; ponían un anillo y si te salía, significaba que en el nuevo ciclo tendrías una nueva relación amorosa; ponían un dedal, significando un/a hij@ en el nuevo ciclo y así varios objetos más…

Luego se mexicanizó poniéndole muñequitos y si te sale, significa que te toca poner los tamales el próximo 2 de Febrero…

Juan Carlos Hernández Meijueiro.

Fuente:
“TIEMPO SAGRADO”, de Teresa E. Rhode, Ed. Planeta.