Debate

Por Roberto Desachy Severino

Es en sus mañaneras, como presidente de México, cuando Andrés Manuel López Obrador dicta la agenda política, social y económica del día, pero –al mismo tiempo – también es ahí cuando comete la mayoría de sus expresiones de intolerancia o radicalismo al descalificar per se toda expresión de crítica a su gestión: AMLO llama “conservadores” y amaga con buscar a los que se oponen a su nuevo plan de estudios SEP

En contraste, desde hace muchos años, cuando era el dirigente nacional del PRD y pugnaba por convertirlo en el “partido movimiento”, AMLO ha demostrado que su terreno, donde se siente cómodo y lleva todas las de ganar es la calle, ya que ahí construyó su liderazgo nacional y cimentó la fuerza política personal y grupal que le permitió ganar en la Ciudad de México (2000) y el país (2018).

Así que, después de que la marcha antiAMLO del domingo pasado aceleró la sucesión adelantada por la presidencia de México en 2024, hoy el titular del Ejecutivo federal tiene los argumentos perfectos para retomar la faceta que mejor le acomoda y queda, la de dirigente político opositor al PRIAN, listo para contestar todas las críticas y ataques a su gobierno.

Dueño de una base social, electoral y personal numerosa y después de realizar con mayor o menor éxito varias consultas ciudadanas que le sirvieron de práctica, López Obrador volverá a las calles, aprovechará la crispación entre fifis y chairos para encender todavía más la guerra política, pero ahora no lo hará donde es más vulnerable, es decir; en su papel de jefe de un gobierno con pocos resultados reales a favor de la ciudadanía, sino en el ámbito ideológico –discursivo, que es el que mejor domina desde hace más de 25 años.

MIGUEL BARBOSA GANA LA PARTIDA A ADÁN AUGUSTO LÓPEZ, MARIO DELGADO, ETC

En este sentido, queda claro que tendría que haber sido el supuesto secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López, el que movilizara a los estados morenistas en apoyo de su jefe, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, luego de la movilización opositora del domingo pasado, que fue más numerosa de lo que el gobierno federal esperaba y desea admitir: “No a la destrucción del INE”, reiteró José Woldenberg en la marcha

Pero Adán Augusto López parece que se quedó pasmado, sin capacidad de reacción. ¿Y qué podemos decir del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, que apenas alcanza a medio hilvanar 3 frases y se traba?, como lo demuestra no solamente el hecho de que su partido le quedó muy grande, sino que ni siquiera ha sabido defender –bien- a su jefe, Andrés Manuel López Obrador.

Fue un gobernador morenista, el de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, quien tomó el liderazgo de la 4T y, después de la marcha del domingo 13, convocó a una manifestación en defensa de López Obrador en Puebla: En apoyo a la 4T, Miguel Barbosa convoca a movilización ciudadana el 27 de noviembre

Y dos días después, el presidente retomó la propuesta barbosista y convocó a sus seguidores a retomar las calles el mismo 27 de noviembre, para defender a la 4T y responder a la movilización opositora:AMLO anuncia marcha el 27 de noviembre del Ángel de la Independencia al zócalo de la Ciudad de México

Así que, aunque la oposición lo critique y les duela a los opositores internos y externos, Miguel Barbosa les ganó la partida de la defensa de la 4T (y López Obrador) a los “personajes nacionales”, como los mencionados, además de Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal, quienes parecen estar demasiado enfocados en sus disputas y proyectos políticos personales, en lugar de atender el movimiento amlista.