Staff/Rossi
Solo el 19,7% de los trabajos STEM en México (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son ocupados por mujeres y aunque esta cifra va aumentando año con año, cada vez hay más necesidad de talento femenino en esta industria.
Gran parte de esto tiene que ver con que el mercado tech se ha caracterizado por promover la diversidad como una parte clave de su esencia; las empresas de tecnología han sumado esfuerzos para atraer y retener a las mujeres. Varias investigaciones han demostrado que los equipos diversos se desempeñan mejor, son más innovadores y producen mejores resultados.
Pese a que cada vez hay más oportunidades laborales en áreas tecnológicas, aún es grande la brecha de género en este sector. Sin embargo, hay varios casos de éxito que han logrado inspirar a más mujeres para estudiar alguna carrera STEM incluso después de haber cursado otra profesión.
Mariana López y Brisa Araujo son ejemplos de esto, ambas estudiaron carreras muy alejadas de esta disciplina pero optaron por darle un giro a su formación profesional cursando bootcamps o cursos intensivos especializados en tecnología; a partir de esto, su vida tomó un curso completamente distinto, con mejores oportunidades profesionales y personales.
De la Historia a la Inteligencia Artificial
Brisa Araujo jamás habría imaginado dedicarse a la tecnología, pues su profesión era muy diferente de lo que actualmente hace. La originaria de Brasil, donde estudió su carrera en Historia y una maestría en Estudios Latinoamericanos, se mudó a México al casarse y ante la falta de oportunidades laborales alineadas a su profesión decidió emprender una startup de inteligencia para negocios.
Su startup se dedicaba a implementar tecnología para mejorar las estrategias de los negocios dentro de los mercados en los que se desenvuelven. Aunque tuvieron grandes resultados en poco tiempo, salió de la empresa para especializarse y entender más sobre el uso de la tecnología para llegar a análisis más profundos y ayudar mejor a las empresas:
“Yo contrataba a profesionales o incluso a otras empresas que supieran hacer análisis de datos, pero el tema me apasionó tanto que decidí que yo era la que tenía que saber cómo hacerlo. Esto me permitió lograr un cambio total en mi carrera”, comenta.
Brisa tomó un bootcamp de Análisis de Datos a través de Ironhack. A partir de ese momento, su vida dio un giro total: “Incrementé mis ingresos más del 40% de inmediato. Comencé en PepsiCo como científico de datos en la función de aprendiz y luego en Bayer de México como gerente de datos y analítica avanzada. Ahora soy Consultora de Inteligencia Artificial en Google.”
Brisa comenta que la mayoría de la gente piensa que hay que ser muy inteligente para poder trabajar en tecnología, pero específicamente en Análisis de Datos “tiene mucho más que ver con ser curioso. Los mejores empleados son personas que buscan hacer las cosas diferentes, aprender por sí mismos y buscan siempre cosas nuevas que aprender”.
Una “creadora” de soluciones fintech
Mariana siempre había sido una apasionada por crear, pero difícilmente habría pensado que el software sería su principal fuente de creación. Mientras estudiaba la carrera en Ingeniería Biomédica, no se sentía segura de haber hecho una buena elección y al buscar un nuevo enfoque se dio cuenta de que la programación podría ser una excelente opción:
“Un maestro habló conmigo y me recomendó dedicarme a programar, ya que era parte del programa de mi carrera y en esa materia era muy buena. Empecé a tener curiosidad e investigando sobre cómo me podría especializar me di cuenta que hacer un bootcamp era la mejor opción, me recomendaron Ironhack y empecé inmediatamente”, comenta la ahora programadora de Konfío.
Hacer este cambio de carrera, no sólo le abrió a Mariana las puertas en una de las fintech con mayor proyección en Latinoamérica, sino que también le dio la oportunidad de emprender su propio negocio: “Definitivamente estudiar en Ironhack me cambió por completo. Abrió mi panorama laboral y mis expectativas. Disfruto mucho lo que hago y un plus es la diversidad de personas que he conocido ahí y que en medio de eso tenemos muchas cosas en común, entre ellas el gusto por la tecnología”.
Menos estereotipos en los trabajos tech
Para Mariana, la participación de la mujer en el sector tecnológico permitirá romper con diferentes estereotipos respecto a cómo es trabajar en esta industria. La ingeniera considera que, más allá de ser percibida como una actividad compleja, trabajar en tecnología debería transmitir la capacidad de diseñar un estilo de vida con muchos beneficios:
“Hay que quitarnos el estigma de que un programador siempre está en un sótano comiendo papitas. Un programador también puede estar viajando por el mundo mientras trabaja. Es uno de los motivos por los que estudié programación, pues además de darme tantas libertades es muy bien pagado”, añade.
Brisa comparte la postura de Mariana, resaltando que la industria tech ha abierto la oportunidad a las mujeres de dedicarse a profesiones distintas a lo tradicional: “Como mujeres luchamos contra temas que desde pequeñas nos han enseñado, como que la tecnología no es para nosotras y debemos dedicarnos a otra cosa. Es desde ahí donde tenemos la oportunidad de romper esa brecha”, comenta.