Excelsior-Dinero

La llamada cuesta de enero se extenderá por al menos seis meses ante el alza en los precios de bienes y servicios al arranque de 2022 anticipó el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), Cuauhtémoc Rivera.

En 2020 la cuesta fue sólo de tres meses. Para 2021 duró hasta abril, pero para el siguiente año prevemos una cuesta de enero recrudecida, será dramática, de seis meses. Esta duración será por el empujón inflacionario que ya tenemos”, dijo en entrevista con Excélsior.

Rivera advirtió que, si la tendencia inflacionaria se mantiene como hasta ahora, será muy difícil que en 2022 se componga. “Serían tres años de pérdidas, de mayor pobreza, abandono del consumo y una precariedad en la calidad de vida de los mexicanos”.

Para el directivo de la ANPEC ya no alcanza para comprar lo que se requiere el día a día en el hogar y ello ha llevado a que la población deje de comprar principalmente proteínas y carnes, que ya han salido del consumo de la población y donde solo el huevo se mantiene en el consumo preferente.

En los productos frescos, principalmente frutas y verduras, se ha bajado la calidad, es decir, las personas ya no compran tan frescos sino más maduros que valen menos, pero es para lo que alcanza” externo.

Mientras que los agremiados reportan que se ha cancelado el consumo de embutidos y lácteos. Para el caso de abarrotes se ha pasado a consumir marcas genéricas y para cereales y granos como arroz y frijol se adquiere a granel.

Ha incrementado el consumo de genéricos como el papel sanitario, abarrotes diversos, ya no se repara en la marca: en cuanto al asunto del etiquetado la gente busca cantidad y precio para hacer que el dinero le alcance”, comentó.

En cuanto a carnes, la de res su precio se ha incrementado entre 17 y 20%, por lo que se ha dejado de consumir.

En embutidos, como el jamón, se tenía un consumo libre, pero pasó a ser un producto de fines de semana, debido a que se ha encarecido 13 por ciento su precio.

Lo anterior ha ocasionado que el consumo reporte una caída de 15% en todo el 2021, que sumado al desplome de 30% del año anterior, significa un retroceso de 45% en todo lo que va de la pandemia.

Los consumidores mexicanos estamos condenados a vivir un verdadero calvario inflacionario. Este entorno está dando jaque mate a los derechos sociales fundamentales, pero principalmente al de tener una alimentación de calidad”, concluyó el directivo.