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Se le complica a Minerva Hernández el ir y venir por el Senado como la fresca mañana.

Es la cuarta vez que pide licencia para dejar temporalmente su curul, pero no contaba con que esta vez metería la nariz el senador José Antonio Álvarez Lima, para gestionar la asunción de la suplente de la panista, Maura Hernández Fernández.

Esto desconcentra a la aspirante a dirigir el PAN estatal, de quien aseguran hay un reparto bárbaro de dinero para ganar la elección a la dirigencia.

Le afecta el rumbo que llevaba para, una vez más ocupar un alto puesto en el albiazul. Para brincar de un cargo a otro, acaparando, como si no hubiera más oportunidad de ese partido que conformarse con un cuadro ultraconsevador y retrógrado.

El PAN es el principal partido de oposición en Tlaxcala. Según se ve hay fuerzas superiores interesadas en cortar las alas al grupo de Minerva, feroz crítica de la 4T y particularmente de AMLO, lo que al parecer animó a Álvarez Lima a matar dos pájaros de un tiro:

Ganan con Maura una senadora simpatizante de Morena, porque le debe el caballazo a Minerva y dificultan un trámite que la de Texoloc suponía como los tres anteriores, en la absoluta impunidad: entrar y salir del Senado como Pedro por su casa.