Universitat Oberta de Catalunya
Un estudio vincula el grado de adicción al celular con una mayor vulnerabilidad ante el cibercrimen.
La investigación ofrece la posibilidad de identificar de modo precoz objetivos vulnerables ante los delitos informáticos
Usar el teléfono inteligente durante un número elevado de horas supone una mayor exposición a contenidos digitales, y puede que incluso también un mayor conocimiento de este entorno. Sin embargo, para los cibercriminales, un número elevado de horas de uso del celular supone un atractivo a la hora de elegir a las víctimas.
Este es el resultado de un estudio realizado por investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Universidad de Oviedo y la Universidad Politécnica de Madrid.
El trabajo, desarrollado por Juan Herrero, Andrea Torres, Antonio Hidalgo, Francisco J. Rodríguez, Alberto Urueña y Josep Vivas, de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, se basa en la teoría de actividades rutinarias de estilo de vida, uno de los enfoques teóricos más aceptados para estudiar la victimización por delitos cibernéticos y su relación con el uso adictivo del móvil.
La teoría de actividades rutinarias de estilo de vida relaciona, a su vez, dos enfoques teóricos: la teoría de actividades de elección racional y la teoría de la exposición al estilo de vida.
“La teoría de la elección racional se centra en las características del delito más que en las de los delincuentes reales y sostiene que los eventos delictivos se producen por la unión en el tiempo y el espacio de un delincuente motivado y un objetivo atractivo”, explican los investigadores.
Por su parte, los teóricos que hablan de la exposición al estilo de vida explican el riesgo de sufrir un delito en función de los estilos de vida que potencialmente puedan exponerse a los delincuentes. “Las personas con mayor riesgo de convertirse en víctimas tienen más probabilidades de tener estilos de vida que consisten en pasar más tiempo en público (especialmente de noche) y lejos de la familia y ser próximas a grupos de alto riesgo”, añaden.
Los resultados del estudio confirman, como en investigaciones anteriores, las predicciones de teorías clásicas para explicar la victimización por delitos cibernéticos. Además, añaden una nueva variable que influye en la probabilidad de sufrir un ciberataque: la adicción al celular.
Una nueva perspectiva para la prevención
Pero, ¿cómo se aplica todo esto al uso del celular y a la adicción al mismo? Los investigadores constataron que una mayor adicción al teléfono no solo implica una mayor exposición al medio digital y, por lo tanto, a los ciberdelincuentes, sino que también ofrece más posibilidades de coincidir en el espacio y el tiempo con un cibercriminal y convertirse en víctima del mismo.
“Los resultados del estudio nos permitieron identificar la adicción a los teléfonos inteligentes como un importante predictor de victimización por delitos cibernéticos. Este efecto es importante y ocurre de dos formas: afecta a los efectos indirectos e influye directamente en la victimización por delitos informáticos (efecto directo). Este efecto directo es particularmente relevante, ya que sugiere que los usuarios más adictos al teléfono también muestran una mayor tendencia la victimización por delitos cibernéticos”, detalla el equipo investigador.
Para los investigadores, la principal aportación de esta investigación, que ha sido publicada en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health y fue una de las cinco beneficiarias de las Ayudas Fundación BBVA a Equipos de Investigación Científica 2019, es su posible aplicación a la detección precoz de colectivos vulnerables a los ciberdelitos. “Conocer estas variables nos permite diseñar estrategias de detección más concretas y centrar la atención en algunos componentes que no se han contemplado hasta ahora en la identificación y la prevención de los ciberdelitos”, aseguran.