Mundo Rural
Hipólito Contreras
Hasta ahora no sabemos cuál o cuáles son las diferencias entre un gobierno de izquierda y uno de derecha, debería de haberlas para definir uno y otro.
Creo que es mejor hablar de buenos y malos gobiernos, los buenos impulsan leyes, programas y políticas con el claro objetivo de generar desarrollo y bienestar en la población, los malos gobierno hacen lo contrario, impulsan políticas y reformas que en lugar de generar desarrollo y bienestar, le complican la vida a la mayor parte de la población.
Hace 120 años la población mexicana vivía una situación crítica, la dictadura de Porfirio Díaz cometía injusticias, la pobreza era enorme en todos los rincones del país, esto generó una inconformidad general que condujo a una revolución armada.
Después del levantamiento armado hubo buenos y malos gobiernos en México, como buenos destacan los gobiernos de Lázaro Cárdenas del Río con la expropiación petrolera y el reparto agrario, y el de Adolfo López Mateos. Aun en gobiernos priistas México vive una etapa de estabilidad y crecimiento que se prolonga hasta finales de los 70s. Después ya no hubo estabilidad económica, ni social, ni política, el país entró en un periodo complejo, la corrupción brilló como nunca, y la inseguridad y violencia se apoderaron del país.
Desde finales del gobierno de Lázaro Cárdenas y hasta el 2018 México fue gobernado por gobiernos de centro y derecha, al PRI en su primera etapa se le consideraba un partido de centro, después a partir de 1982 se mezcla con la derecha, PRI y PAN gobiernan juntos, hacen cosas malas y buenas, aplican la misma ideología, no se ven diferencias entre uno y otro.
En ese largo periodo los gobiernos del PRI y el PAN toleran la súper riqueza de un grupo privilegiado, hacen lo que quieren, crean un imperio económico con la bendición y protección de los gobiernos priistas y panistas.
Estos gobiernos de derecha generan una gran pobreza en amplios sectores de la población sobre todo del sur y centro, la riqueza no es repartida, unos cuantos la concentran, monopolios que controlan la economía nacional.
El gobierno de derecha llega a su fin en la elección del 2018, el pueblo mexicano dice, no más PRI ni PAN en este país, démosle paso a un nuevo partido comandado por un gran líder, que promete en campaña hacer grandes cambios y transformaciones en el país, promete acabar entre otras cosas la corrupción como el peor de los males que azotaba al país.
Al escuchar que habría grandes cambios, que se haría justicia a todos, que se acabarían los malos manejos de los recursos públicos, se interpretó como un gobierno de izquierda, un gobierno que beneficiaría a los sectores mayoritarios, daría los pasos necesarios para acabar con la pobreza y mejorar las condiciones de vida de muchos millones de mexicanos.
A tres años de este nuevo gobierno veamos qué cosas prevalecen de los gobiernos de derecha: un grupo de privilegiados sigue controlando la economía nacional, monopolios en las comunicaciones, la vivienda, los medicamentos, el transporte, los productos de primera necesidad, los combustibles, la salud, la educación y la producción agropecuaria, las leyes laborales a favor de los patrones o empresas. Grupos nacionales y extranjeros que tienen concesiones mineras en todo el territorio nacional.
Esos grupos deciden cuánto se debe pagar por todo, por cualquier producto o servicio. El gobierno no interviene mediante un control y regulación de todo, no protege la economía popular, deja manos libres a los empresarios para que hagan lo que quieran.
Todo esto lo sigue tolerando un gobierno que lo consideramos de izquierda por los discursos explosivos de su dirigente.
Sólo una cosa hay que destacar en este nuevo gobierno de izquierda: los apoyos ahora mayores a los llamados adultos mayores, y las becas a los jóvenes para asegurarles un ingreso mensual. Son muchos miles de millones de pesos los que se destinan a este sector de la población, esto se puede interpretar como una forma de repartir la riqueza en el país.
Si preguntamos a un buen economista respondería que el bienestar de la gente no se resuelve dándoles dinero, sino hacerlos productivos, brindando oportunidades a todos.
Muchos se preguntan ¿ sólo con repartir dinero se reparte la riqueza nacional? ¿ no sería mejor con actividades productivas y capacitación? Sería como seguir el proverbio chino: “si das de comer a un hombre no les des el pescado, mejor enséñalo a pescar”.
Creo que por ese camino deben ir las políticas públicas, poner activo a todo México, ponerlo a producir con el apoyo del Estado, si todos producen la economía se fortalece, la gente vive mejor.
Bueno pues esto es lo que ofrece el nuevo gobierno de izquierda en México, un gobierno que tolera políticas de la derecha como seguir pagando grandes sueldos a la clase política, a los diputados, senadores, consejeros electorales, secretarios de estado, gobernadores, presidentes municipales y sus funcionarios. Todos ellos viven muy bien con sueldos que pueden ir de los 150 mil a los 500 mil pesos mensuales, de acuerdo al rango del político, a lo que se suman prestaciones y aguinaldos, los políticos se hacen millonarios en el poder.
Mientras la clase política mexicana vive como en el país de las maravillas, en el país de la abundancia, de dinero a manos llenas, mientras muchos millones de mexicanos se las arreglan con dos o tres salarios mínimos, mientras otros millones viven en la súper pobreza, millones de mexicanos que no saben qué van a comer mañana.
Esto es lo que sucede en un gobierno considerado de izquierda pero que tolera las acciones y políticas de los gobiernos de derecha.