Staff/Rossi
· Este programa de gobierno beneficia a 3.6 millones de niñas, niños y adolescentes, en 27 mil 063 escuelas en el país
Además de la pandemia, ahora la comunidad triqui de Miguel Hidalgo Chicahuaxtla, en Oaxaca, tendrá que enfrentar la pérdida de uno de los apoyos económicos que habían permitido que la escuela comunitaria multigrado Emiliano Zapata atendiera a sus 18 niñas y 12 niños, gracias al Programa Escuela de Tiempo Completo (PETC) el cual está por desaparecer según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) de 2021.
Al día de hoy, el PETC beneficia a 3.6 millones de niñas, niños y adolescentes, en 27 mil 063 escuelas en el país. El programa atiende prioritariamente a población en situación de vulnerabilidad o en contextos de riesgo social, de bajos niveles de logro educativo o altos índices de abandono escolar: 70.5% de las escuelas atendidas son indígenas y rurales. Otro elemento importante del programa es su componente de alimentación: 53.8% de las escuelas que reciben el apoyo del programa ofrecen alimentos calientes a 1.4 millones de niñas, niños y adolescentes que, en su mayoría, se encuentran en condición de pobreza extrema, con carencia de acceso a la alimentación.
Para la Dra. Arcelia Martínez Bordón, académica de tiempo completo del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la Universidad Iberoamericana y coordinadora del Faro Educativo, es muy preocupante que se haya decidido no asignar un presupuesto a este programa para su operación en 2021 sin ofrecer una razón de peso que justifique dicha decisión. Sobre todo, si se toma en cuenta que distintas evaluaciones y estudios sobre el programa, han dado cuenta de sus impactos positivos en el aprovechamiento escolar de los niños y niñas beneficiados.
“También preocupa mucho que la principal política educativa del gobierno federal sean las becas, cuando sabemos estas no resuelven, por ejemplo, o no del todo, el problema de la deserción escolar, ya que esta última obedece a razones multifactoriales. La política educativa debe atender la mejora de la oferta educativa y no sólo la demanda por educación, en este caso las becas. Se están tomando decisiones sin recurrir a la evidencia que generan la evaluación y la investigación educativa; decisiones de carácter político”.
Un análisis exploratorio llevado a cabo por la UNESCO en 2010 recuperado en el libro La Reforma educativa a revisión: apuntes y reflexiones para la elaboración de una agenda educativa 2018-2024, coordinado por la Dra. Martínez Bordón -más precisamente en el capítulo ‘Efectos del Programa Escuelas de Tiempo Completo en la reducción de brechas educativas: un avance hacia la equidad’, de Francisco Cabrera-Hernández- indica que 90% de casi 1000 directores de escuela entrevistados consideraron que el programa les ayudó a mejorar el aprendizaje de los estudiantes, además de que 75% considera que el PETC debiera ser obligatorio en todas las escuelas de educación básica.
Por otra parte, el Estudio exploratorio: Impacto del Programa Escuelas de Tiempo Completo 2018, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL) concluye que “la evidencia sugiere que el incremento de la duración de la jornada escolar en un esquema con servicio de alimentación es una intervención efectiva para mejorar el logro educativo y el nivel de aprendizaje, primordialmente, entre los estudiantes de escuelas primarias en localidades de alta marginación.
Con la desaparición del PETC se afectará la autonomía de gestión y organización de las escuelas dimensiones clave para mantener la calidad de los aprendizajes. Al respecto, Fausto Sandoval, maestro en la escuela Emiliano Zapata, señala que ellos ya no podrán contar con recursos para la compra de computadoras, iPads, papelería, equipo de audio, ni mejorar la infraestructura, así como los alimentos que se les daba a las niñas y niños ni tampoco con la capacitación y la compensación que se les ofrecía a los maestros.
La desaparición del PETC -por la no asignación de recursos para su operación en 2021- contrasta con el incremento del 66% del presupuesto al programa La escuela es nuestra, enfocado en la mejora de la infraestructura escolar -y cuya estrategia consiste en entregar dinero directamente a cada plantel, para que cada comunidad decida cómo gastarlo, sin filtros para evitar la discrecionalidad y corrupción-. Sobre esto último, Fausto Sandoval afirma que el recurso que les llegaba a través del PETC era asignado directamente a través de reglas de operación claras, se tenía que entregar un plan de actividades con rutas de mejora, señalando cuál era la problemática para atacar, los recursos que se necesitaban además de entregar una comprobación anual con todo el detalle de los gastos.
Tanto la Dra. Martínez Bordón como el profesor Sandoval coinciden en hacer una petición a los diputados y las diputadas para que hagan reconsideren y hagan el ajuste correspondiente al PPEF 2021, de modo que no desaparezca el PETC, por lo que los invitan a hacer una revisión objetiva de los buenos resultados del programa de escuelas de tiempo completo, sin importar cuándo o quién lo inició (dejando la cuestión política), para que se priorice la atención de los niños y niñas a quienes el programa ha beneficiado. En opinión de la Dra. Martínez “necesitamos políticas que atiendan los diferentes factores que impactan en la permanencia y logro educativos; dividir el pastel presupuestal entre distintas intervenciones de política… y por ello preocupa que se desaparezcan programas que vienen funcionando bien, como el PETC, y se pongan todas las baterías en las becas”.
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