La pobreza en Argentina puede aumentar del 35,6% al 40,2% debido al COVID-19

PRNewswire

l estudio “COVID-19 en Argentina: impacto socio económico y ambiental”* alerta sobre las graves repercusiones de la pandemia en ese país, afectado por grandes desafíos estructurales y una crisis económica anterior a la llegada del coronavirus.

“El informe arroja una imagen alarmante y preocupante del impacto socioeconómico de la pandemia en el país”, asegura Roberto Valent, representante de la ONU en Argentina y coordinador de sus distintas agencias en el país.

Esa imagen alarmante contrasta con la aplicación en Argentina de las medidas de contención y mitigación del virus, que han sido alabadas en todo el mundo.

“En varios sentidos, Argentina es ejemplar en la región en cuanto a su respuesta decisiva y oportuna a la pandemia”, aseguró Maureen Birmingham, representante de Organización Panamericana en el país.

Sin embargo, durante la presentación del informe enfatizó la necesidad de aplicar estrategias de contención a medida que se levantan las condiciones de aislamiento vigentes.

“Hoy sabemos por las experiencias y pruebas en otros países que, si se relajan las restricciones, el virus sigue presente y es probable que vuelva. Para evitar un disparo descontrolado, mientras se relaja la cuarentena hay que aplicar otras medidas para romper las cadenas de transmisión”, explicó.

Mientras la respuesta sociosanitaria ha sido destacada a nivel mundial por sus resultados, Argentina registra una caída en la producción y un crecimiento de la pobreza y la cantidad de personas en estado de emergencia sanitaria, alimentaria y económica, según el estudio.

La economía argentina caerá un 8,2% en 2020 si la pandemia se controla, y hasta un 10% en caso de que se registre un segundo brote de coronavirus en el país, de acuerdo con los datos que maneja Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Aumento de la pobreza, la indigencia y la desigualdad

En relación con la economía y la situación laboral en Argentina, Pedro Furtado de Oliveira, de la Organización Internacional del Trabajo, destacó que la pobreza puede aumentar del 35,6% al 40,2%, la indigencia subir del 7,7% a 10,8%, y la desigualdad pasar del 23% al 32,5%.

En su exposición, Oliveira hizo hincapié en la situación de los jubilados, considerados un grupo de riesgo ante una posible infección del coronavirus.

“Los adultos mayores nos preocupan bastante, ya que es un grupo que tiene una reducida cobertura del sistema jubilatorio y necesitan seguir trabajando. Los datos revelan que el 66% sigue como jefe del hogar, y la necesidad es aún más fuerte entre las mujeres mayores”, aseguró el experto.

Adicionalmente, el informe da cuenta de que se perderán entre 750.500 y 852.500 empleos en Argentina en 2020, de acuerdo con las proyecciones de la Organización Internacional del Trabajo, realizadas en base a distintos escenarios de caída del Producto Interior Bruto.

Pobreza infantil

En lo referente a las consecuencias que la pandemia acarrea para niños, niñas y adolescentes, Luisa Brumana, representante de UNICEF, mencionó que en el segundo semestre de 2019 la pobreza afectaba al 53% de los niños y las niñas en el país, y podría escalar al 58,6% hacia fines de 2020.

“El informe realza el enfoque necesario para apoyar a quienes se encuentran en una situación que combina pobreza monetaria y la pobreza estructural”, señaló.

A su vez, destacó como contracara positiva de este escenario el nivel de cobertura del Sistema de Protección Social en Argentina: “Para el momento de nuestra encuesta, realizada en mayo, el 35% de todos los hogares había recibido alguna transferencia de ingreso, alcanzando a casi 10 millones de personas”.

La mujer, entre los grupos más vulnerables

Por su parte, Florence Raes, representante de ONU Mujeres en Argentina, puso el foco en la forma en que la pandemia, y las medidas de contención aplicadas por el Estado argentino, impactaron en la cotidianeidad de las personas más expuestas a situaciones de vulnerabilidad como mujeres y niñas, integrantes del colectivo LGBTIQ, poblaciones indígenas, comunidades rurales, trabajadores informales y de casas particulares, y migrantes.

“No solo se trata de darle voz a estos grupos para que puedan integrar los equipos de diseño e implementación de las estrategias de mitigación ante la pandemia, sino también de integrar sus diferentes dimensiones en la respuesta a este desafío”, destacó.

Raes comentó también la particular situación de vulnerabilidad enfrentada por las mujeres en este contexto: además de enfrentar mayores obstáculos en el acceso a los servicios de salud y de cuidado y prevención del embarazo, las mujeres suelen ser trabajadoras de la salud y trabajadoras informales; y afrontan de manera desproporcionada las tareas de cuidado no remuneradas.

“Hemos visto en este momento, más que nunca, que sin el trabajo de cuidado en las casas, la sociedad no podría continuar funcionando”, explicó antes de añadir que “ese trabajo, mayoritariamente, es desarrollado por las mujeres”.

Reactivar la economía no puede dañar el medio ambiente

En su exposición, el representante del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente, René Mauricio Valdés, hizo un llamado especial a comunicadores y periodistas para incluir la problemática ambiental siempre que se haga referencia a la pandemia.

“Estamos destruyendo el hábitat de muchas especies, y eso tiene un impacto en nuestra salud”, resaltó.

Como estrategia a futuro para concienciar acerca de la importancia de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático, Valdés destacó la invitación del Secretario General de la ONU, António Guterres, para reconstruir y reactivar mejor la economía tras la pandemia.

“La reactivación económica no debe descarrilarnos de alcanzar las metas que nos hemos propuesto como país frente al Acuerdo de París en materia de cambio climático, sino más bien trabajar para que sea una contribución al mismo”, indicó Valdés.

Reforzar el multilateralismo

Durante la presentación del informe participó también Victoria Tolosa Paz, secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, el organismo estatal que funciona como aliado y contraparte del Sistema ONU en Argentina para la implementación de los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible.

En el prólogo del informe, Tolosa Paz afirma: “En este escenario de pandemia global, resulta oportuno también reafirmar la necesidad de fortalecer el multilateralismo para construir soluciones coordinadas que den respuesta a sus diversas consecuencias, aprendiendo de otras experiencias y compartiendo los avances y logros alcanzados.”

Como coordinador de la ONU en el país, Roberto Valent destacó el compromiso del las de Naciones Unidas con Argentina y, a pesar del duro escenario planteado por el informe, invitó a trabajar para un futuro de desarrollo económico, social y ambiental.

“Argentina tiene la capacidad para mitigar los efectos de esta pandemia, y construir una recuperación sólida, basada en un desarrollo sostenible e inclusivo, pero para ello necesita la ayuda de la comunidad internacional. La respuesta necesitará ser multidimensional, amplia y coordinada, en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, con el fin reconstruir mejor y no dejar a nadie atrás.”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Categorías