#ANALISIS Ruptura de Trump con la OMS es una ‘autoflagelación’

Por: Dra. Aribel Contreras Suárez,

Coordinadora de la Licenciatura en Negocios Globales de la IBERO

· Académica de la IBERO detalla cuáles serán las repercusiones políticas, económicas y de salud que habrá tras la decisión estadounidense

Antecedentes

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es un organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y fue creada el 7 de abril de 1948. Actualmente, opera con siete mil personas que laboran en 150 oficinas a nivel país, seis oficinas regionales (África, Américas, Asia Sudoriental, Europa, Mediterráneo Oriental y Pacífico Occidental) y su sede que se ubicada en Ginebra, Suiza.

Sus operaciones son gracias a las aportaciones anuales de los países miembros y otros actores. Estados Unidos (EU) aporta aproximadamente 450 millones de dólares anualmente, mientras que China cerca de 40 millones de dólares. El presupuesto con el que opera es bianual y mientras China aporta el 2% del total, EU el 16%.[2]

Lamentablemente, EU comenzó a mostrar su inconformidad con la OMS por la manera en cómo estaba manejando la pandemia. El tono empezó a subir de nivel cuando: i) empezaron a aumentar de manera abismal los casos de contagio en EU y ii) el gobierno de Taiwán argumentó que nunca recibió respuesta por parte del organismo multilateral a un comunicado enviado el 31 de diciembre donde alertaba sobre un virus desconocido.

Esto puso en evidencia lo que Trump sustentaba respecto a que la OMS minimizó el COVID-19 y no actuó como debería. Pues, además de que la OMS negó dicha comunicación, no dimensionó la afectación mundial que este virus pudiera tener y se tardó mucho en anunciar que de epidemia, pasábamos a una pandemia, lo cual generó decisiones tardías por parte de los gobiernos. No se le puede ni debe echar la culpa de todo, pero sí es su responsabilidad velar por la salud mundial tal y como lo establece su Constitución: “Nuestro objetivo es construir un futuro mejor y más saludable para las personas de todo el mundo. A través de las oficinas que la OMS tiene en más de 150 países, nuestro personal trabaja junto con los gobiernos y otros asociados para que todas las personas gocen del grado máximo de salud que se pueda lograr”.

¿Acaso sus acciones fueron encaminadas a contener, a restringir viajes internacionales, y a alertar a tiempo a los países? Hoy, ese es justo uno de los grandes flagelos de este organismo. Por supuesto que hemos visto -en diferentes momentos- al Secretario General de la ONU António Guterres salir a defender a la OMS y decir que ahorita es momento de solidaridad. Con esto estoy totalmente de acuerdo pero también es de grandes aceptar y reconocer los errores del sistema multilateral de las Naciones Unidas, que a pesar de sus imperfecciones, tiene mucho que trabajar ahora más que nunca en esta –por llamarla así- Tercera Guerra Mundial cuyo enemigo invisible es el enemigo de todos. Pero eso no le resta la seriedad al asunto.

Creer que la epidemia de un virus desconocido y sumamente agresivo se quedaría en un solo país en tiempos de globalización, es como pretender que las cadenas globales de valor no afectarían el comercio mundial. De aquí que la propia Organización Mundial del Comercio (OMC) ya anticipó una reducción del comercio internacional para este año entre un 13 y un 32%. Por ende, el Fondo Monetario Internacional anunció que el impacto mundial para el año 2020 será de una desaceleración, dando como resultado una variación porcentual del PIB mundial de un -3.0%. EU tendrá un afectación del -5.9% y China crecerá al 1.2% (a pesar de). Las consecuencias económicas globales son indescriptibles por lo que Trump urgió a la OMS a que fuera más exigente con el gobierno de Pekín.[6] Sin embargo, esto no sucedió por lo que de manera contundente, el mandatario de la Unión Americana ha decidido que su país se retire de manera definitiva de la OMS.

Implicaciones

Esto trae implicaciones políticas y de salud, además de económicas. Políticas porque se mandan distintos mensajes,  la OMS no supo hacer su trabajo (al menos ante los ojos de EU), el unilateralismo pudiera prevalecer por encima del multilateralismo, y por ser país miembro, la agenda debe estar en función a los intereses de un país. De salud, porque tendría que darse el caso de cerrar oficinas regionales y/o de países y por ende, no poder dar continuidad a programas y campañas de salud. Aquí hay un punto de quiebre porque si EU quiere afectar únicamente a China y a la OMS, no se ha percatado que su decisión es una autoflagelación. Esto lo digo porque al no haber dinero, no habría todo lo que hay por lo que haría más frágil el sistema de salud mundial y si EU no quiere verse afectado nuevamente por el COVID-19 o por otras enfermedades que no pudieron haberse combatido por falta, justo de los recursos de dicho país, esto no sucedería. Es decir, es un callejón sin salida.

Económicas porque esto impactará en el presupuesto de la propia OMS, que aunque podrá cubrir ese vacío con donativos provenientes de otros actores privados, finalmente es una fuerte suma de dinero que ya no tendrá de aquí hasta el año 2024. Esto lo digo porque sigo creyendo en la reelección de Trump, ya que todos estos temas los usará como arma de estrategia electoral. Así que ahora vemos cómo un organismo internacional abonará capital político para el presidente de EU.

Pero debemos estar atentos. Ya que visualizo que la siguiente parada de este tren de confrontación entre EU y China será la OMC. Viene un proceso de elección de un nuevo director general dicho organismo y si no queda quien le convenga a los intereses de la Casa Blanca, el mandatario pudiera tomar una medida más agonizante de la que ya había tomado con el Órgano de Apelación[7] de bloquear la operatividad de las soluciones comerciales multilaterales y llevaría a la OMC a una crisis[8] aún mayor. Y una opción pulverizante pudiera ser que decidiera hacer lo mismo de dejar de aportar su contribución anual.

Reflexión final

Dentro de una nueva reconfiguración de este nuevo (des)orden mundial que estamos viviendo, vemos a China y EU haciendo uso de todo tipo de estrategias para fortalecerse. Sin embargo, China aprovechará la coyuntura para seguir con su control sobre Hong Kong; y, en año electoral en EU, seguiremos viendo no sólo a la OMS ‘en coma’. Veremos que a los demás países en terapia intensiva buscando cooperación y solidaridad como “vacunas” para esta pandemia: pero también por la epidemia de la desinformación, de la confrontación y de la polarización en tiempos de urgencia por una verdadera unión y paz mundial.

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