EL UNIVERSAL
Marcada por caprichosas formaciones y enormes cráteres; rodeada por un campo de lava y dunas de hasta 200 metros de altura, la Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar es el paisaje que veremos impreso en el nuevo billete de 200 pesos que comenzará a circular la próxima semana.
El Pinacate se encuentra al noroeste de Sonora, a 40 kilómetros de Puerto Peñasco, y forma parte, precisamente, del Desierto Sonorense, el más grande de Norteamérica. Ocupa parte proporcional de Baja California, Baja California Sur, Arizona y California.
En 1993 fue declarada Reserva de la Biósfera por la Unesco, y 10 años después fue incluida a la lista del Patrimonio de la Humanidad .
En El Pinacate se formaron 500 cráteres de tipo “maar”: agujeros gigantes completamente redondos que se formaron entre 5 millones y 150 mil años atrás.
El cráter “El Elegante”, es el más grande: tiene un diámetro de mil 600 metros y una profundidad de 200 metros.
Aquí se protegen 560 especies de plantas, 40 especies de mamíferos, 200 de aves y 40 de reptiles.
Entre la flora de la Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar destacan algunos de los cactus más grandes del planeta, pues hay sahuaros de 20 metros de altura y raíces de 30 metros. Llegan a pesar 10 toneladas después de absorber más de 9,000 litros de agua de lluvia. Pueden alcanzar una vida de 200 años.
Los flujos de lava que delimitan el escudo volcánico se extienden por más de 20 kilómetros. Para poder observar estos caminos de lava petrificada puedes subir al cono Mayo.
En el Gran Desierto de Altar, en la región oeste de la reserva, se encuentra inmensas dunas de 200 metros de alto.
En El Pinacate habitaron algunos de los primeros grupos étnicos que poblaron el norte de América hace 40 mil años.
En este desierto aún se conservan petroglifos con figuras geométricas, antropomorfas y de animales.
Actividades en la reserva: hay tour operadores y guías que organizan caminatas por las dunas del Gran Desierto de Altar y en los cráteres de El Pinacate (acude con Turismo Taruk). También puedes hacerlo por tu cuenta a bordo de un auto con suficiente gasolina y agua para no quedarte varado en pleno desierto. Cuenta con zonas para acampar (para ello hay que llenar un formulario) y un museo y centro de visitantes.
Hay que pagar un derecho de 60 pesos y seguir un reglamento. Antes de aventurarte al desierto, pregunta si los recorridos por los cráteres están disponibles.
Ahora, cada vez que veas el nuevo billete de 200 pesos, ya sabrás dónde queda esta maravilla natural y la importancia que tiene.