Rossi A. G. 

· Así lo demuestra el informe ‘Violencia y Terror: Hallazgos sobre Fosas Clandestinas en México 2006-2017’

Lamentablemente, la inhumación clandestina en México es un fenómeno acumulativo, es decir, es una práctica que no se ha detenido, pues “los casos se siguen agregando a nuestra base de datos sobre este tema”, dijo la maestra Denise González Núñez, coordinadora del Programa de Derechos Humanos (PDH IBERO) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Así lo comentó durante la presentación, en dicha Universidad, del informe Violencia y Terror: Hallazgos sobre Fosas Clandestinas en México 2006-2017, elaborado por el PDH IBERO, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) y ARTICLE 19 México y Centroamérica.

A partir de lo analizado en el estudio, la maestra agregó que se sigue sin saber cuál es la magnitud real de este problema, es decir, que no se puede ni siquiera decir que las cifras sobre fosas clandestinas que aparecen en el informe sean las últimas, porque se mantiene la práctica de la inhumación clandestina y los colectivos de buscadores continúan encontrando fosas nuevas.

Un tercer punto es que, “desde nuestra perspectiva, el hallazgo de fosas clandestinas es una evidencia contundente de una multiplicidad de factores. Pero uno sin duda es el nivel de violencia en el que estamos, de la falta de estrategias de prevención en el marco del modelo de seguridad que se ha decidido implementar. Es también evidencia de la impunidad y de la debilidad de los sistemas de procuración de justicia; y asociado con esto, pues también de la debilidad de los sistemas periciales y forenses”.

Acerca del informe Violencia y Terror: Hallazgos sobre Fosas Clandestinas en México 2006-2017, González Núñez mencionó que presenta dos mapas (de fosas), uno sobre el periodo del presente estudio y otro sobre el reportado hace dos años, que cubría el período 2009-2014, cuyo comparativo permite ver claramente “a lo que nos referimos cuando decimos que es un fenómeno acumulativo”.