ESPN

En los últimos minutos de juego, Carlos Vela hizo una mueca, tras un error de la defensa de su equipo. El 10 del LAFC reclamó todo el compromiso contra el León, se enojó y no pudo evitar la derrota por 2-0 en el Nou Camp, en el juego de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf.

Hizo más ruido Carlos Vela en la previa que en la cancha y eso que no habló antes del juego en el Nou Camp. La mirada estaba sobre él, el talentoso mexicano, que jugó en el Arsenal, la Real Sociedad, lo buscó el Barcelona y se convirtió en el MVP de la MLS estaba por primera vez en su país con un club, fue una decepción durante 90 minutos.

El atacante del LAFC se la pasó reclamando a compañeros y al árbitro, solitario, sin un socio que le acercara el esférico para hacer daño al arco que defendía Rodolfo Cota. El León, por su parte, notó que el equipo de Los Ángeles es más mercadotecnia que talento en el campo y lo aprovechó.

Jean Meneses hizo el 1-0 en el primer tiempo y a partir de ahí el equipo de Ambriz quiso lucir, con una chilena de Fernando Navarro, un disparo desde lejos de Luis Montes o las oportunidades que desperdició Ismael Sosa. El 2-0 lo anotó Ángel Mena, el goleador de los esmeraldas, ya en el ocaso del compromiso.

El marcador no fue más amplio porque los esmeraldas no encontraron puntería. Fallaron frente al arco defendido por Kenneth Vermeer, al mismo tiempo que Carlos Vela lució incómodo, enfadado, fuera de ritmo, lejos del nivel que lo pone como uno de los mejores atacantes mexicanos, sin fuerza, un chasco.