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Estados Unidos adoptó una posición escéptica sobre el cambio climático, por lo que redujo esfuerzos para contrarrestarlo.

Miembros de la Red de Acción Climática (CAN), organizadores de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), Estados Unidos (EU) quiere asegurarse de que el mundo entiende sus intenciones de obstruir acciones en contra del cambio climático, al no pagar por pérdidas y daños, e incluso dejar entrever que espera que su vecino México sea quien lo haga.

Por bloquear el apoyo financiero a las comunidades vulnerables pretenden que México pague los daños y pérdidas provocadas por el cambio climático que genera; en este contexto, EU recibió su segundo premio “Fósil del día” en los trabajos de la COP25.

La Red de Acción Climática

La CAN es una red global de más de mil 300 organizaciones no gubernamentales (ONG) en más de 120 países que trabajan para promover la acción gubernamental e individual para limitar el cambio climático inducido por el ser humano a niveles ecológicamente sostenibles.

Los premios “Fósil del día” se presentaron por primera vez en las conversaciones sobre clima en 1999, en Bonn, iniciadas por el Foro de ONG alemanas. Durante las negociaciones de las COP, los miembros de la CAN votan por los países que se consideran que han hecho todo lo posible para bloquear el progreso en la lucha contra el cambio climático.

Recientemente, EU salió del Acuerdo de París, un tratado internacional para afrontar el cambio climático

EU no cooperará

EU reiteró que no apoyará el financiamiento de pérdidas y daños, y ahora también se burla de países en desarrollo al decir que el comité ejecutivo sobre pérdidas y daños debería continuar con su ejercicio cerebral de “desglosar problemas” para determinar qué apoyo o financiamiento se necesita. “Básicamente dice ‘envíeme una factura detallada, que no tengo intención de pagar’”, dice la CAN.

Si el comité ejecutivo de pérdidas y daños no completa este trabajo, el aspecto financiero solo debe discutirse cuando se complete la tarea, lo cual significaría entre siete y ocho años más adelante. El mundo y la ciencia responden diciendo: “¡No tenemos siete ni ocho años!”