Rossi A. G.
· El político y luchador social fue investido por su compromiso con la paz, la igualdad y la integración de los pueblos y naciones latinoamericanas
· El expresidente de Uruguay agradece el reconocimiento y pide construir esperanza
Por su contribución y trabajo realizados como líder en América Latina que aborda la reconciliación, la justicia y la integración de los pueblos y naciones latinoamericanos, así como su compromiso por la paz, la igualdad y la democracia, el Sistema Universitario Jesuita (SUJ) otorgó el Doctorado Honoris Causa al expresidente de Uruguay, José Alberto Mujica Cordano, ‘Pepe’ Mujica, en una ceremonia realizada en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Durante el acto oficial, el Mtro. David Fernández Dávalos, Rector de la IBERO CDMX·Tijuana, entregó a nombre de las instituciones que forman el SUJ el grado de Doctor Honoris Causa a ‘Pepe’ Mujica, a quien colocó la beca y la medalla con la leyenda Tradidit Deus mundum disputationi (Dios puso al mundo para ser pensado). Tras rendir protesta, el nuevo integrante del claustro académico recibió el diploma de nuevo doctor y firmó el libro de honor.
Tras la investidura el Rector de la IBERO CDMX·Tijuana reconoció al político sudamericano como un luchador social; un hombre apreciado en el continente y el mundo por su conducta intachable, su congruencia y forma de vida, por su sencillez y convicción, valores que coinciden con los de la Compañía de Jesús y de las instituciones de educación encomendadas a esta orden.
“Entre esas muchas razones están su honradez, su vocación de servicio hacia los demás y, especialmente, hacia los más necesitados, los pobres, los desamparados, los excluidos; también su solidez intelectual, su lucidez para pensar en el mundo como un ámbito que es necesario transformar de la mejor manera para conseguir la igualdad; su idea misma de la política, la cual considera no como un pasatiempo ni como una profesión para vivir de ella, para medrar, sino como ‘una pasión con el sueño de intentar construir un futuro social mejor”.
Recordó que estuvo preso durante 14 años por motivos sociales y políticos, principalmente por su lucha contra la dictadura en su país. Más tarde, entró de lleno a la política como diputado, senador, ministro (secretario) de Estado, presidente de la Asamblea General de Uruguay y, finalmente, como presidente de la República para el periodo 2010-2015, “en una etapa muy fructífera para la vida y la democracia uruguayas”.
El Padre Fernández Dávalos dijo que ha mostrado que es posible una política y un gobierno que construyan y que no depreden, que ayuden a quienes más lo necesitan y que no lucre con ellos. “Su pensamiento, su práctica política, su lucha por la construcción de una sociedad justa y digna contrasta radicalmente con el creciente debilitamiento de la política como búsqueda del bien común en nuestras sociedades”.
Agregó que es significativo que las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús estén reflejadas en el pensar y en el hacer de José Mujica (84 años), de ahí la decisión de otorgarle el Doctorado Honoris Causa; en especial tres de éstas: caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia; acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador; y colaborar en el cuidado de la Casa Común.
“Por ello, el SUJ quiere reconocer a un luchador social de toda la vida. A un hombre que se ha empeñado en vivir con valores humanistas que nos identifican, y al hacerlo en la persona de ‘Pepe’ Mujica estamos refrendando la importancia de dedicar la vida a las ideas y a las acciones con las que se mejora a la sociedad en su conjunto”.
HAY QUE CONSTRUIR ESPERANZA
En su discurso tras ser investido, ‘Pepe’ Mujica agradeció a las universidades que conforman el SUJ por la distinción a un “campesino frustrado, enamorado de la biología, permanentemente, de la ciencia de la vida”. Dijo que la única manera de luchar contra la muerte es a favor de la vida, y por lo tanto, “hay que sembrar para que otros sigan con el mensaje siempre inconcluso y permanente de la escalera que significa el progreso humano, el avance la civilización”.
“Para mitigar las respuestas que no nos podemos dar siempre existe una zona del pensar y del sentir humano que conmovedoramente nos ayuda a construir esperanza. Por lo tanto, la vida no es un sacrificio”. En este sentido, comentó que sentir y vivir es comprometerse con la vida y con esa escalera interminable de lucha por construir esperanza.
Recordó que por casi tres lustros estuvo encerrado en diferentes cárceles, pero nunca perdió la esperanza: “Aún vale la pena la vida humana, en medio de las condiciones más duras y difíciles. Allí vas a encontrar la mugre, pero así también vas a encontrar la esperanza. Por eso, el premio mayor es vivir como se piensa. El premio mayor es soñar que se puede construir un mundo un poco más útil, menos egoísta que el que nos tocó vivir. ¿Qué sería la vida si nos quitan la esperanza?”.
‘Pepe’ reconoció el papel de quienes empeñan su vida por transmitir fe y confianza, pues sabe que los seres humanos lo necesitan, “sé que la vida necesita esperanza y he vivido con sueños y con la esperanza. Les doy un abrazo y sepan que soy dos piernas que caminan con incertidumbre por la soledad del campo. Gracias”.
MUJICA, UN POLÍTICO QUE DEVOLVIÓ LA CONFIANZA
El Mtro. Ilán Semo, académico del Departamento de Historia de la IBERO y padrino del ahora Doctor Honoris Causa, explicó que una de las grandes contribuciones de José Mujica es habernos devuelto la confianza en un “principio que parecía ya extraviado en el laberinto del mundo político de nuestros días”; y demostrar que el pensamiento “es una pieza sutil y esencial de la acción”; y que ésta sólo puede marcar la diferencia cuando encuentra su expresión singular en el mundo de la reflexión.
Semo dijo que en Mujica la política de la sobriedad no sólo consiste en despoblar al poder los espectáculos de su ostentación, del dispendio inútil y los salarios desorbitados, sino que apunta al corazón mismo de otra filosofía de la vida. En sus palabras no es una apología de la pobreza, es una apología de lo sobrio; cuyo fin es evitar vivir comprando como marcan las sociedades de consumo.
Mujica Cordano, explicó, ha traducido a la práctica cotidiana la idea de una sociedad alterna que combate las paradojas de la modernidad. Sobre todo en el concepto de la libertades públicas y civiles, que en la lógica de los mercados quedan suprimidas. Entre sus logros en el gobierno están: la legalización y regulación de la marihuana; la decisión libre de las mujeres sobre el destino del embarazo y el matrimonio igualitario; así como algunas mejoras a nivel económico, una baja en la tasa de desempleo y un incremento en el salario mínimo.
Además, como presidente reconoció públicamente la responsabilidad del Estado uruguayo en la violación de derechos humanos durante la dictadura (1973-1985) y emprendió una política de transformación de provisión de energía basada en recursos renovables y el sostenimiento de equilibrios ecológicos.
De su propia trayectoria, José Mujica diría: ‘Algún día quisimos transformar el mundo y no lo logramos. Pero al menos intentamos’. Pero “lo que sí logró sin duda fue crear un pensamiento y una forma de hacer política que apunta al corazón mismo de las transformaciones posibles en la contienda por una vida más digna, menos entrecruzada por las desigualdades y la arbitrariedad, y una vida un poco más libre”, concluyó el académico universitario.
UNA VOZ PRUDENTE
Como representante del Sistema Universitario Jesuita (SUJ), el Dr. Saúl Cuautle Quechol, asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, afirmó que la vida de José Mujica impacta a los demás y genera un deseo de ser mejores personas y ciudadanos. “‘Pepe’, eres un hombre que se aleja de lo extraordinario para vivir de una manera ordinaria”, dijo.
Agregó que sus mensajes dan esperanza, “eres alguien que escribe hablando y tus palabras quedan en la conciencia de los jóvenes”, a quienes las universidades tienen la misión de educar. Por otro lado, señaló que la voz del nuevo doctor suena en favor de las comunidades de América Latina y hace un llamado por el respeto a la diversidad e identidad de cada pueblo.
“Tu voz es unas veces prudente y pertinente, y otra veces provocadora y rebelde”, elogió Cuautle Quechol, quien enfatizó que siempre ha servido a los demás, dando impulso a la economía con respeto a los derechos humanos y la democracia, siendo un mediador, un crítico del capitalismo y del consumismo como factor de esclavitud de nuestros días.
Finalmente, expresó que el político uruguayo es un hombre “cuyos valores se hermanan con la experiencia ignaciana”, ya que contribuyen a la reconciliación y a la justicia, es decir, un ser humano que sabe servir, que entiende qué es luchar con fe.
A la ceremonia de investidura asistieron: Dr. Saúl Cuautle Quechol, asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús; Mtro. Mario Patrón, Rector de la IBERO Puebla; Óscar Castro, director general del Tecnológico Universitario de Valle de Chalco (TUVCH); Dr. Guillermo Prieto Salinas, Rector de IBERO Torreón; Dr. Luis Arriaga, Rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente.