Lamentables deterioro y abandono en Casas de Justicia de la Sierra Norte de Puebla

Abelardo Domínguez

Usuarios de la Casa de Justicia de Huauchinango han denunciado públicamente las precarias condiciones en que se encuentra el edificio, alertando sobre el riesgo inminente que representa para la seguridad de quienes acuden a presentar denuncias. La situación ha escalado a tal punto que se teme un accidente grave debido al desprendimiento de plafones a pedazos.

La problemática no se limita al riesgo físico; ciudadanos reportan largas e inaceptables horas de espera para ser atendidos, lo que agrava la frustración de quienes buscan acceso a la justicia. “Es el colmo que no haya quien supervise esto”, expresó uno de los afectados, haciendo un llamado directo al Tribunal Superior de Justicia de Puebla o a la propia Fiscalía General del Estado para que designen un administrador o tomen medidas urgentes.

La preocupación se extiende más allá de Huauchinango. Las denuncias señalan que esta situación es un reflejo del abandono que enfrentan otras sedes judiciales en la región, como la Casa de Justicia de Zacatlán, donde se reporta la ausencia de agua en los baños, pisos seriamente dañados y oficinas abandonadas.

En la Casa de Justicia de Huauchinango, el panorama es desolador: trozos de plafón esparcidos en los pasillos, cubetas colocadas estratégicamente para contener múltiples goteras y baños clausurados por falta de mantenimiento. A pesar de las evidentes fallas, los usuarios afirman que “nadie hace nada para poner orden y reparar”.

Ante este escenario crítico, los ciudadanos claman por una intervención inmediata por parte de las autoridades competentes. La situación genera un cuestionamiento sobre la prioridad de construir nuevas “casas moradas” o edificios, si las infraestructuras existentes, fundamentales para la impartición de justicia, se encuentran en un estado de deterioro y abandono que las convierte en “elefantes blancos” y un peligro latente para la población.

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