Jorge Barrientos
Poblanos festejan a la virgen del Carmen en su día, los cuales acudieron a visitarla en el templo que lleva el mismo nombre para agradecerle los favores y bendiciones recibidos a lo largo del año.
Con una iglesia abarrotada de flores, desde las primeras horas de la mañana, los fieles poblanos se daban cita para asistir a misa. Al medio día, el Arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, presidió la misa solemne del festejo. En su homilía, explicó que la festividad de la Virgen del Carmen es una de las fiestas más grandes de la capital poblana.
En entrevista, Víctor Sánchez Espinosa, llamó a respetar los derechos de los migrantes tanto en Estados Unidos como en México, quienes son personas que buscan mejores condiciones de vida.
Por lo que resaltó que tanto las autoridades norteamericanas como las mexicanas, deben velar por el respeto a la dignidad humana. “Es lamentable lo que está pasando. Nuestros hermanos migrantes son personas que van en busca de mejores condiciones. Es tipo de leyes es contra todos los derechos humanos. Ojalá, esto no siga adelante. Desde luego, la iglesia católica está apoyando mucho, concretamente, en Nueva York se está trabajando mucho”.
Historia de la Virgen del Carmen.
En 1585 llegaron a la Ciudad de México los primeros 12 frailes de la Orden de los Carmelitas Descalzos, que un año después solicitaron la fundación de un convento en la capital poblana.
El obispo Diego Romano, fue el encargado del trámite y a él le fue cedido el templo dedicado, originalmente, a Nuestra Señora de los Remedios, edificado por el conquistador Hernando de Villanueva en 1548.
En 1859 la imagen de Nuestra Señora del Carmen fue entronizada en el altar mayor del templo, que contaba en sus inmediaciones con un panteón que dejó de funcionar hacia 1891.
Además de la belleza arquitectónica del recinto, en su interior resguarda una gran cantidad de lienzos firmados por destacados pintores de la época, algunos de ellos el de “San Anastasio” de Juan Correa y la “Santísima Trinidad” de Cristóbal de Villalpando, además del retablo neoclásico que alberga la imagen de la Virgen titular, obra del escultor José Antonio Villegas Cora.