Por Abigail Nolasco
El ambulantaje y el comercio informal son fenómenos arraigados en la dinámica económica de muchas ciudades. Aunque representan una solución para millones de personas que buscan subsistir en economías adversas, plantean desafíos significativos tanto para las autoridades como para la sociedad en general.
El comercio informal tiene efectos positivos evidentes. En primer lugar, proporciona empleo a quienes no pueden acceder al sector formal debido a la falta de educación, capacitación o recursos. Esto reduce la pobreza extrema y brinda acceso a bienes a precios más bajos, beneficiando a los sectores con menores ingresos. Sin embargo, las desventajas son claras. El comercio informal evade impuestos, lo que reduce los recursos del gobierno destinados a servicios públicos y programas sociales. A nivel urbano, la ocupación irregular de espacios públicos genera problemas de movilidad, inseguridad y deterioro de la imagen de la ciudad.
Además, crea competencia desleal con los comerciantes formales, quienes enfrentan regulaciones, costos administrativos y obligaciones fiscales. La falta de controles sanitarios y de calidad en los productos puede poner en riesgo la salud de los consumidores.
El reto principal radica en cómo regular el comercio informal sin afectar a quienes dependen de él para subsistir. Algunas propuestas incluyen:
Formalización Gradual: Crear incentivos para que los comerciantes informales se registren como microempresas, eximiéndolos de impuestos iniciales o brindándoles acceso a financiamiento. Sin embargo, es crucial que los recursos recaudados por las autoridades sean manejados con transparencia. La corrupción, que a menudo prevalece en este sector, impide que el dinero recaudado se destine correctamente a obras sociales y servicios públicos.
Zonas Designadas: Establecer mercados públicos o áreas específicas donde los ambulantes puedan vender sus productos de manera ordenada y regulada.
Educación y Capacitación: Implementar programas para enseñar a los vendedores informales sobre administración, finanzas y los beneficios de la formalización.
Supervisión Sanitaria y de Calidad: Asegurar que los productos, especialmente alimentos, cumplan con estándares mínimos de salubridad.
El ambulantaje refleja tanto la creatividad como las carencias de un sistema económico. Aunque representa un alivio inmediato para miles de familias, su proliferación sin regulación afecta la competitividad, la seguridad y la economía a largo plazo. La solución no está en prohibir, sino en regular, ofreciendo alternativas que permitan a los comerciantes integrarse a la formalidad sin perder sus derechos laborales.
Abigail Nolasco Rodríguez
Joven, estudiante de derecho y las ciencias políticas, activista social comprometida con la organización comunitaria como herramienta para generar cambios reales y sostenibles. Creo firmemente que la participación colectiva y el fortalecimiento del tejido social son pilares fundamentales para transformar nuestra sociedad desde sus cimientos
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