Por: Abigail Nolasco Rodríguez
Desde hace más de 50 años, una sola vía de comunicación cruza la autopista México-Puebla, conectando las colonias Miguel Hidalgo, San Antonio Abad, San Diego Manzanilla y Valle de las Flores, al oriente de la ciudad de Puebla. Esta misma ruta también enlaza con las colonias de la Junta Auxiliar de La Resurrección, impactando la vida de más de 20,000 habitantes que, día a día, deben transitar por este deteriorado puente.
A pesar de tratarse de una vía con dos sentidos, se reduce a un único carril. Carece de guarniciones, pero no de peatones, ya que cientos de hombres, mujeres y niños cruzan a pie desde temprano para llegar a tiempo al trabajo o a la escuela. Este grave problema de movilidad ha llevado a vecinos a organizarse y gestionar, sin éxito, la ampliación de los carriles ante el gobierno municipal.
El uso intensivo de esta vialidad no solo afecta a la población en general, sino también a los servicios de emergencia, policías y autoridades de proximidad, quienes enfrentan retrasos al transitar por esta zona. Además, el puente ha sido aprovechado por delincuentes como un punto estratégico para asaltos, agravando la inseguridad en un área que ya registra altos índices delictivos.
Dignificar esta vía no es solo una cuestión de movilidad, sino de garantizar condiciones básicas de seguridad y accesibilidad para miles de habitantes. Es fundamental que las autoridades municipales y estatales reconozcan la urgencia de intervenir en este tipo de infraestructura urbana, particularmente en colonias populares que suelen ser ignoradas en los planes de desarrollo.
Un puente que conecta comunidades no debe ser símbolo de abandono, sino de progreso y cohesión social. La ampliación y rehabilitación de este puente es necesaria no solo para mejorar el tránsito, sino también para devolver a los habitantes el derecho a transitar con seguridad y dignidad, construyendo así una ciudad más equitativa y accesible para todos.
Abigail Nolasco Rodríguez
Joven, estudiante de derecho y las ciencias políticas, activista social comprometida con la organización comunitaria como herramienta para generar cambios reales y sostenibles. Creo firmemente que la participación colectiva y el fortalecimiento del tejido social son pilares fundamentales para transformar nuestra sociedad desde sus cimientos