Universitat Oberta de Catalunya

Las “cuentas de adolescentes” limitarán el acceso a contenido sensible, pero la falta de verificación de edad continúa siendo un punto débil

Algunos expertos alertan de que las nuevas funcionalidades podrían ser insuficientes ante la adicción y la creación de perfiles múltiples por parte de los menores

En enero de 2025 Instagram hará privadas las cuentas de los menores, solo podrán estar en contacto con personas que conozcan, verán restringido el acceso a contenidos sensibles y tendrán una limitación de tiempo de uso; serán las llamadas “cuentas de adolescente”. Sin embargo, según los expertos, no es suficiente. “Las medidas que acaba de anunciar Instagram quedan en papel mojado si no hay ningún sistema efectivo de verificación de la edad que garantice que la persona tiene la edad que dice tener”, explica Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Hay que tener en cuenta que precisamente España es el país donde antes se empieza a utilizar Instagram. El 65 % de los niños entre 13 y 15 años ya acceden a esta red social, según datos de Qustodio 2024. Según una encuesta realizada por la agencia de consultoría Activa Research en ocho países latinoamericanos, en la que participaron un total de 4.299 padres y madres de niños y niñas de entre tres y trece años, los niños de la región se conectan a las plataformas sociales a una edad muy temprana. De los Estados comparados, Brasil tiene la mayor proporción de niños que usan Facebook e Instagram, con un 33% y 22% de los encuestados que atestiguan el acceso de sus hijos a estas redes, respectivamente.

“Los mecanismos actuales para crear perfiles no resultan fiables en tanto que los nuevos usuarios pueden dar datos falsos. De hecho los menores pueden fácilmente engañar al sistema y mentir sobre su edad. De esta forma se pueden ver expuestos a ciertos contenidos no apropiados para ellos y sin la protección que ofrecen ciertas medidas o filtros”, advierte Silvia Martínez, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC e investigadora del grupo GAME. Esta desprotección es un problema de fondo que afecta a otros ámbitos, como el acceso de los menores a la pornografía. Aun así, Meta afirma que verificará la fecha de nacimiento que se dé, contrastándola con otros espacios, también avisa de que para cambiar las configuraciones se necesitará el permiso de un padre o tutor.

Cuentas privadas, ¿el fin de los problemas?

Con las cuentas restringidas, Instagram hará que sea necesario aceptar las solicitudes de nuevos seguidores por parte del menor para que puedan ver su contenido e interactuar con comentarios, corazones o mensajes privados. Actualmente, si el menor tiene el perfil abierto puede recibir solicitudes, comentarios o mensajes privados de cualquier usuario, en muchos casos, reciben contenido erótico o pornográfico. Así lo afirma un estudio de UNICEF que advierte que el 42% de los adolescentes había recibido mensajes de contenido erótico o sexual a través de las redes. “Los acosadores no siempre dan la cara. A menudo utilizan identidades falsas y, por lo tanto, esta identidad falsa puede permitir que el adolescente los incluya dentro de este círculo de confianza y puedan ejercer su influencia tóxica”, comenta Lalueza, también investigador del grupo GAME de la UOC.

Otra de las problemáticas es que en muchos casos los menores tienen diferentes perfiles. De hecho, se calcula que dos de cada tres adolescentes cuentan con más de un perfil en una misma red, que utilizan selectivamente para la familia y los conocidos o para el grupo de iguales. “Muchas veces el adolescente no se identifica como adolescente en todas sus cuentas, porque es típico que tengan más de una y no todas son supervisables por sus padres”, añade. Instagram también modificará el etiquetado y las menciones en fotografías y vídeos. Estas opciones solo serán válidas para las personas que los siguen y que tienen su aprobación.

La segunda red social más usada por los menores españoles pero la más perjudicial para su salud mental

Entre otras nuevas medidas, la aplicación enviará una notificación al menor cuando haya superado los 60 minutos de conexión. “No perdamos de vista que solo es un aviso, y, por lo tanto, si el adolescente está realmente enganchado a la red, como es bastante habitual, desgraciadamente, pues seguramente no tendrá ninguna efectividad y seguirá navegando por la red y conectándose y consumiendo contenidos más allá del tiempo marcado”, explica Lalueza. Según datos de Qustodio, Instagram es la segunda red social (después de TikTok) más utilizada por los menores españoles, con 71 minutos al día, un 27% más que en 2022.

Meta ha implementado una configuración más restrictiva que limita el acceso a contenidos sensibles, como la violencia o mensajes que podrían afectar negativamente la autoestima. La compañía lo ha presentado como una herramienta “contra el bullying”, según destaca en un comunicado. Esta funcionalidad se aplica tanto en las publicaciones habituales como en los reels, así como en el muro principal y en la sección Explorar. Además, se podrán bloquear términos y frases ofensivas en los comentarios y solicitudes de mensajes directos a través de la opción “Palabras restringidas”. Según un estudio de RSPH, Instagram es la peor red social para la salud mental de los jóvenes, con una media negativa más alta, seguida de Snapchat, Facebook, Twitter y YouTube, que es la única valorada con una puntuación positiva de media.

Los expertos apuntan a la necesidad de que las autoridades y los poderes públicos hagan un esfuerzo importante y global para tener una regulación que sea realmente efectiva y que obligue a las redes sociales, más allá de los movimientos de cara a la galería o de las acciones más o menos voluntaristas, a ocuparse de la protección de los menores. “Hay que fomentar la educación mediática: tanto padres, madres y tutores/as como los/las menores deben conocer y entender los riesgos y las herramientas disponibles para tener una navegación y una experiencia lo más segura posible en las redes sociales”, concluye Martínez.