Brasil vuelve al lugar que le corresponde

MARCA Claro

Brasil no estaba presente en unas semifinales de Copa América desde 2007. Demasiado tiempo para una de las grandes potencias del continente. Los de Tite recuperaron su sitio, entre los cuatro mejores, con una buena dosis de sufrimiento y el toque necesario de fortuna desde los once metros.

Hace tiempo que Brasil dejó de ser temible. Puede infundir cierto respeto, disponer de algunos recursos destacados en ataque pero su superioridad no es, ni de lejos, la de sus mejores tiempos. Con Neymar lesionado y Coutinho instalado en un estado prolongado de depresión, la ‘canarinha’ se vuelve previsible y, por momentos, inofensiva.

Paraguay, que venía de clasificarse con dos puntos, planteó una durísima batalla. Creyó en la sorpresa y pudo incluso irse al descanso por delante. Derlis falló la más clara ante un Alisson que se agiganto frente a la adversidad. El suspiro de alivio retumbó en Porto Alegre.

No parecía una noche sencilla para Brasil pero Paraguay tuvo en despiste y Firmino le sacó el máximo partido. En un balón filtrado, al inicio de la segunda mitad, el punta del Liverpool se fue directo hacia portería y Balbuena se cruzó en su camino. Lo que en un principio parecía penalti se convirtió, previa consulta con el VAR, en una falta fuera del área… y expulsión del central.

Lo que generó que el jugador del América, Bruno Valdez, entrar al campo para cubrir el hueco en la zaga, dando un gran partido.

Ni con esas Brasil pudo ejercer un dominio efectivo. Únicamente en el tramo final, con Paraguay atrincherado descontando minutos, los de Tite dispusieron de un buen puñado de ocasiones para evitar la lotería de los penaltis. Unas veces por meta paraguayo Fernández, con intervenciones milagrosas, y otras por la falta de puntería o suerte, como en el disparo al palo de William, pero el caso es que Brasil, en casa y ante la selección que se clasificó de rebote para estos cuartos de final, tuvo que decidir su futuro en esta Copa América desde los once metros.

Allí se hizo grande Allison, una vez más. Detuvo el primer penalti y Brasil caminaba con aplomo penalti tras penalti… hasta que Firmino la mandó fuera. No hubo tiempo para reproches, Derlis emuló al brasileño y Gabriel Jesús selló el billete a semifinales. Ese lugar al que Brasil no acudía desde 2007. No es casualidad. Esta vez los penaltis estuvieron de su lado. Quizá sea la suerte del campeón.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Categorías