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El gasto en apuestas deportivas en línea está afectando el consumo de bienes y servicios, especialmente entre las clases socioeconómicas de menores ingresos. Esta tendencia también está influyendo en la percepción de la mejora económica en Brasil, afectando indicadores como el aumento de los ingresos, el crecimiento del empleo y el control de la inflación.

Esta evaluación fue realizada por PwC Strategy& do Brasil Consultoria Empresarial Ltda, una filial de la empresa global de auditoría y asesoría PricewaterhouseCoopers. Según Gerson Charchat, economista y abogado, socio y líder de Strategy& do Brasil, el gasto en apuestas deportivas “ya está superando a otros tipos de gastos discrecionales, como ocio, cultura y productos personales, e incluso está empezando a impactar en el presupuesto de alimentación”. Este desvío de recursos hacia las apuestas ejerce una presión significativa sobre la demanda de productos esenciales, alterando la dinámica general de la economía.

Las apuestas deportivas en plataformas en línea se dispararon en Brasil tras la aprobación de la Ley nº 13.756, sancionada por el Congreso Nacional y promulgada por el entonces presidente Michel Temer a finales de 2018. Desde entonces y hasta 2023, el gasto en apuestas ha aumentado un 419%.

“En 2018, las apuestas representaban el 0,27% del presupuesto familiar en las clases D y E; hoy, esa cifra ha aumentado al 1,98%, casi cuatro veces más que hace cinco años. Mientras tanto, el gasto en ocio y cultura ha disminuido del 1,7% al 1,5% del presupuesto, y el gasto en alimentos se ha mantenido estable”, indicó Charchat en una entrevista con Agência Brasil.

Charchat advierte que las apuestas deportivas han crecido significativamente y se han convertido en una importante fuente de gasto, especialmente entre los jóvenes de estratos socioeconómicos bajos. “Este fenómeno podría incluso llevar a un aumento del endeudamiento entre la población de bajos ingresos, lo cual podría tener un impacto negativo en el crecimiento económico del país”, agregó.

El análisis publicado por Strategy& do Brasil, basado en datos secundarios, revela que el porcentaje de brasileños que percibe dificultades financieras aumentó cinco puntos porcentuales entre 2022 y 2024. Actualmente, una quinta parte de los brasileños afirma tener dificultades para pagar sus cuentas todos los meses o no poder pagarlas la mayor parte del tiempo.

Ingresos reducidos

Actualmente, no se dispone de datos precisos sobre el número de empresas que operan plataformas en Brasil ni sobre la cantidad total de dinero recaudado en el sector. Estas cifras solo se conocerán una vez que las empresas reciban la autorización del Ministerio de Hacienda para operar loterías de apuestas fijas y comiencen a recaudar impuestos.

La Sociedad Brasileña de Comercio Minorista y Consumo (SBVC) ya había señalado los impactos y efectos en la economía. Una encuesta realizada en mayo por la organización reveló que, entre los apostadores, el 64% admite destinar parte de sus ingresos primarios a las apuestas, y el 63% afirma haber utilizado una porción de sus ingresos en apuestas en línea. Además, el 23% ha reducido sus compras de ropa, el 19% ha disminuido sus gastos en productos de mercado, el 14% en productos de higiene y belleza, y el 11% en atención sanitaria y medicamentos.

Riesgos

Según la economista Ione Amorim, consultora del programa de servicios financieros del Instituto de Defensa del Consumidor (Idec), “el problema se ha agravado”. Amorim señala que, además de la dimensión económica, existen cuestiones no abordadas relacionadas con fallas regulatorias, efectos sociales e impactos en la salud mental de la población.

“Hoy enfrentamos una realidad marcada por suicidios, destrucción de hogares, endeudamiento y pérdida de empleos a medida que las personas agotan todos sus recursos. Estos graves problemas de salud mental surgen de la adicción, que a menudo conduce a una espiral descendente: quienes se endeudan pueden recurrir al juego, luego al alcohol, seguido de las drogas y, finalmente, al suicidio”, explica Ione Amorim, quien también ha ofrecido conferencias sobre las repercusiones del juego en línea en las Fuerzas Armadas.

Amorim opina que la situación social y la desinformación generalizada agravan la vulnerabilidad de las personas con menos ingresos ante los riesgos de las apuestas.

“Tenemos una población con bajo nivel de educación financiera. Muchas personas ya tienen dificultades para gestionar sus finanzas y vivir dentro de sus posibilidades”, señala Amorim.

Argumenta que las condiciones socioeconómicas de algunas familias las llevan a endeudarse para cubrir sus necesidades básicas, lo que convierte al juego en una opción atractiva para obtener fondos que permitan cumplir con sus obligaciones.

Sin embargo, advierte Amorim, “las ganancias fáciles pueden llevar a un entorno de pérdidas significativas”. La economista también destaca que las apuestas están mediadas por sistemas algorítmicos.

“El individuo juega contra una máquina que ha sido programada. Aunque pueda ganar ocasionalmente, es probable que pierda mucho más”, explica.

Casinos

Ione Amorim advierte que los impactos económicos, sociales y de salud mental de las apuestas deportivas electrónicas en plataformas en línea podrían agravarse con la aprobación del proyecto de ley nº 2.234/2022, actualmente en trámite en el Senado. Este proyecto de ley busca autorizar el funcionamiento de casinos, bingos, “jogo do bicho” y apuestas hípicas en todo el país.

La aprobación de este proyecto, junto con la ley que autorizó las apuestas, se justifica en el potencial de estos negocios para generar empleo, ingresos y recursos fiscales que podrían financiar políticas sociales. Sin embargo, a pesar de que las plataformas de apuestas electrónicas llevan cinco años en funcionamiento, aún no han aportado ingresos fiscales.

La recaudación comenzará una vez que el Ministerio de Hacienda autorice la explotación comercial. Las concesiones se otorgarán tras una evaluación técnica y jurídica, con un canon de R$ 30 millones a pagar al gobierno brasileño. El plazo para obtener esta autorización finaliza a finales de año.

Los defensores de la legalización del juego suelen ignorar las pérdidas fiscales en otros sectores debido al aumento del gasto en juegos de azar, así como el incremento del gasto estatal en seguridad pública y atención de salud mental.