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Cientos de manifestantes se reunieron en la playa de Copacabana el domingo (23) para pedir el archivo inmediato del proyecto de ley 1904/24, que equipara el aborto de más de 22 semanas de gestación con el asesinato, duplicando los actuales 10 años como pena máxima para quienes se sometan al procedimiento.

La trabajadora social Clara Saraiva, una de las organizadoras de la manifestación y miembro del Frente Estatal contra la Criminalización de la Mujer y por la Legalización del Aborto en el estado de Río, dijo que el acto forma parte de un movimiento nacional llamado Criança não é Mãe (Niña no es Madre), que pide el archivo inmediato del proyecto de ley porque protege a los violadores e impide a las mujeres ejercer su derecho legal al aborto después de las 22 semanas de gestación.

“Más que impedirlo, lo criminaliza al tratar a las mujeres como asesinas, y podrían enfrentarse a una pena de hasta 20 años, lo que es gravísimo, una pena mayor que la de violación.”

La diputada federal Jandira Feghali, del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), subrayó que las protestas son herramientas importantes para presionar a los parlamentarios. “Este proyecto de ley 1904, además de inconstitucional, es absolutamente criminal y nos retrotrae a principios del siglo pasado. Un niño no es una madre, un violador no es un padre.”

La protesta critica al presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, quien ha aprobado la petición de urgencia del proyecto de ley, lo que significa votarlo directamente en el pleno sin pasar por los debates en las comisiones. Tras una fuerte repercusión negativa incluso de instituciones religiosas, Lira anunció la creación de una comisión especial para debatir el proyecto de ley en el segundo semestre del año.

El jubilado Francisco Viana de Souza también participó en la marcha y cree que “se ha faltado al respeto al pueblo” con la aprobación del procedimiento de urgencia.

São Paulo

En São Paulo, la manifestación se concentró frente al Museo de Arte en la Avenida Paulista. Fue la tercera protesta contra el proyecto de ley desde el 13 de junio.

Una batería daba ritmo a las consignas. Ante el micrófono, los manifestantes se turnaban para explicar los motivos del acto. Algunas de ellas llevaban el pañuelo verde que se ha convertido en símbolo de las acciones en defensa del derecho al aborto legal.

Letícia Parks, activista del movimiento Pan y Rosas, explica que existe el riesgo de que el proyecto de ley se vote en agosto, por lo que es necesaria una movilización constante.

“Es muy importante enviar al Congreso el mensaje de que no dejaremos de luchar mientras este proyecto de ley siga en el orden del día”, subraya.