Por Alfredo Arnold, académico de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG)
México tendrá una presidente. Es un hecho que debe alegrarnos, aunque también es preciso reconocer que llegamos tarde a este momento, tanto en el ámbito de América Latina como en el concierto mundial.
Isabel de Castilla gobernó por 28 años, desde el último tercio del siglo XV hasta principios del XVI. Casada con Fernando de Aragón, también fue soberana de ese reino. Los Reyes Católicos compartían el mando, pero Isabel se llevó los honores en asuntos de gran trascendencia, como la reconquista de Granada, que abrió la puerta al establecimiento de España como nación, o el descubrimiento de América, que significó un cambio contundente en el mundo hasta entonces conocido y la conducción de su pueblo hacia el llamado Siglo de Oro de España. Sorprende, hasta nuestros días, el gran poder que ejerció la reina Isabel, y las heroicas acciones que emprendió durante su reinado en una época dominada por varones.
Damos un gran salto hasta el siglo XX, cuando surgió la figura poderosa de otra reina, Elizabeth II de Gran Bretaña. Reinó durante siete décadas. Fue coronada muy joven y, a pesar de su aparente fragilidad, enfrentó problemas mayúsculos, como la Segunda Guerra Mundial, la descolonización del Imperio Británico, la crisis laboral y económica del reino, la Guerra Fría entre Occidente y la URSS, el conflicto religioso entre las dos Irlandas, la grilla parlamentaria y hasta situaciones familiares inéditas.
Muy poderosa fue también Golda Meir, primera ministra de Israel de 1969 a 1974. Inició su carrera política muy joven; fue embajadora en la URSS, y durante más de 25 años ocupó cargos públicos relevantes. Gobernar una nación como la israelí debe de ser una de las tareas políticas más difíciles del mundo.
Otra señora de gran estatura es Ángela Merkel, admirable primera ministra de Alemania durante 16 años. Su liderazgo fue ampliamente reconocido.
El país más poblado de la Tierra, la India, fue gobernado por una mujer de 1966 a 1972, y luego de 1980 a 1984, cuando murió asesinada. Ella fue Indira Gandhi. África también tuvo una presidente, fue Ellen Johnson-Sirleaf, quien ocupó doce años el cargo en Liberia.
En América Latina encontramos una larga lista de mujeres presidentes. La primera fue Violeta Barrios de Chamorro, de Nicaragua, de 1990 a 1997. Aún vive, tiene 94 años. Antes, hubo otra presiden-te en América Latina: María Estela Martínez, más conocida como
Isabelita, quien sustituyó a su marido Juan Domingo Perón por un procedimiento legal, porque era la vicepresidente cuando falleció Perón.
Argentina también fue gobernada recientemente por Cristina Fernández de Kirchner; Brasil, por Dilma Rousseff; Perú tiene actualmente una presidente, Dina Boluarte. Pero a quien se ha dado mayor reconocimiento es a Michelle Bachelet por su contribución a la recuperación política y económica de Chile durante dos periodos presidenciales.
La lista es muy larga; baste lo anterior para afirmar que, históricamente, las mujeres han demostrado saber gobernar en las buenas y en las malas.