EXCELSIOR
El tercer y último día del festival EDC tenía todo para ser épico y lo fue, no sólo porque el cierre tuvo una vasta oferta de talentos, teniendo a Armin Van Bureen, Steve Aoki, Sofi Tukker y Skrillex, entre muchos otros, sino porque los astros se alinearon para que las condiciones ambientales mejoraran ayer en la CDMX y la pirotecnia pudiera regalarnos un cielo eléctrico mucho más iluminado y prendido.
Tan se sabía que los 10 años de este encuentro cerrarían por lo alto que, desde la tarde de ayer, a las afueras del Autódromo Hermanos Rodríguez, entre el desfile de los asistentes hacia el lugar llamaba la atención que muchos con carteles en las manos anunciando que buscaban boletos, algunos hasta los pedían a gritos, sabiendo que con este día en sold out, entrar sería un logro prácticamente imposible.
Desde esas horas, adentro se evidenció el poder de convocatoria que tuvo el festival, cuando aún a más de ocho horas de presentarse los estelares, los corredores ya eran un mar de gente.
¿Quién querría perderse de la megafiesta de música electrónica que se montó dentro, con sus nuevas atracciones mecánicas, agregando a su rueda de la fortuna y sillas voladoras ahora una torre de caída libre y un carrusel, un sinfín de espacios con decoraciones coloridas llenas de brillos, flores y arte, perfectas para sacarse fotos, activaciones con premios y por supuesto, siete escenarios desde los cuales la música no paró ni un instante? Con todo aquello, no había ni una sola persona pasándola mal, a excepción de las personas sin ticket.
El dato
¡Bajan!
Además del torito loco de AXE, la rueda de la fortuna y el mini Kīlauea fueron de los juegos más concurridos, sin embargo, eran colas hasta de 45 minutos o más para poder desatar la adrenalina.
Para el acto final de su magno evento, los asistentes arribaron una vez más con sus mejores ofnis, desde minifaldas y vestidos llamativos con todo tipo de pedrerías y transparencias, hasta matching outfits entre parejas y amigos, algunos disfrazados de marcianitos, astronautas, hadas y piratas, y por supuesto no faltaron las botargas de dinosaurios, extraterrestres, burros, tiburones de Katy Perry y gallinas. En este lugar el dress code era deslumbrar.
El ingenio y creatividad de los fans también se hizo presente en los tótems (carteles) que llevaron, cargando por lo alto a sus personajes favoritos de caricaturas y memes, por lo que entre el público se elevaban figuras como el perrito Chems, michis psicodélicos y hasta el mismísimo Dr. Simi personalizado con gafas y un atuendo colorido para combinar. Todos bailoteando de un lado a otro.
Aunque también hubo espacio para carteles más personales como una chica que cargaba con la imagen de su padre en este festival bajo la leyenda: “Mi papá ahora baila hard desde el cielo”.
Y a eso, señores, se le llama honrar la memoria de nuestros superhéroes. Y fue quizás el tótem más emotivo de toda la jornada y de un escenario Wasteland donde un día antes se viralizó en X el tremendo video de un fan siendo derribado por un codazo inmisericorde de un chico al que empujó con todo el dolo de molestar.
Mientras en el Bionic Jungle, un grupo de electrolocos rodeó a una mujer mayor que estuvo baile y baile sin pena ante el grito “¡La doña!”, “¡La doña!”, “¡La doña!”.
Entrada la noche es cuando la magia del EDC toma fuerza, pues la oscuridad no sólo saca a relucir toda la escenografía luminosa del evento, haciendo brillar todo a su alrededor, sino que es el momento en el que poco a poco van apareciendo las estrellas de la noche y para este día fueron los beats del dúo Sofi Tukker, los que marcaron el mood explosivo que reinaría el resto del evento.
Bellakeo entre beats
Desde el kineticField, escenario principal del evento, los hermanos neoyorquinos aparecieron para encender los ánimos a ritmo de su hit Drinkee.
“¿Cómo están, Ciudad de México? Este es uno de nuestros lugares favoritos para tocar ¿Están listos para bailar esta noche?”, saludó Tucker Halpern.
Su número de hora y media estuvo cargado de energía al tocar sus mejores éxitos entre Purple Hat, Swing y Emergency, pero también regalando mezclas con ritmos latinos lo que llevó a Peso Pluma hasta su tornamesa, pues el dueto eligió bellakeo para su repertorio.
“¡México, hagan ruido!”, gritaba Sophie Hawley-Weld para elevar los ánimos mientras bailoteaba parada encima de su tornamesa.
Para su show, los djs se armaron de pirotecnia, humo, lanzallamas y confetti, dándolo todo por su público favorito.
ABRE LOS OJOS
Cómo todos los años, el atractivo principal está en la estructura que montan en los escenarios, especialmente el principal que en esta ocasión contó con una mujer que con una corona de flores, las manos colocadas en el centro de su pecho y rayos saliendo de su interior, cuya figura y simbolismos hacen alusión al despertar espiritual, el renacimiento y el reconectar como comunidad.
La figura sobresalía por su movilidad, pues tanto su cabeza como sus manos cambiaban de posición de vez en cuando, mientras que sus ojos virtuales la hacían parpadear y mirar a todas partes, tornándola en la mayor protagonista de la noche.
Así fue como despertó el concepto Awakening, con la magia de los fuegos artificiales y lanzallamas para redondear el mensaje de renacer y abrir los ojos dentro de una comunidad alineada para hacer del mundo un lugar mejor.
Como era de esperarse, muchos headliners lucieron las playeras de Skrillex y no era para poco. Tanto tiempo sin venir y por fin se dignó el exvocalista de From First to Last.
Y los que se lucieron y con ganas de volverlos a ver bajo el mágico skatepark donde colocaron el Stereo Gloom, Infected Mushroom, la dupla psychedelic que dejó de lado cualquier protesta o mensaje político y se dedicaron a dar el set más insano de todos.
Dentro de esas espirales, Becoming Insane, uno de sus sencillos más comerciales, sumergió a todos en un trance sin vuelta atrás. Cities of the Future no pudo faltar por supuesto. Sólo faltó Skazi para volver directo al 2000 y revivir los viejos raves entre naturaleza y hongos mágicos.
¡HOLA, ÁNGELA AGUILAR Y NATA!
En los últimos minutos de la dupla, la explanada se fue atiborrando de gente lista para ver a Steve Aoki, quien apareció puntual 23:15 en el escenario kineticFIELD.
A su llegada, de entre el público comenzaron a sobresalir letreros con la frase: Cake me!, en referencia a la tradición que Aoki tiene en sus shows de lanzarle un pastelazo a alguien del público.
“¡Viva méxico, cabrones!” arribó gritando el japonés para ser recibido entre ovaciones.
El DJ utilizó la misma fórmula de sus antecesores y optó por enfocar su setlist a los ritmos latinos, logrando una primera parte cargada de flow y regueton en la que incluyó Muñecas, un lanzamiento que tiene junto a La Joaqui y Tini Stoessel.
“México, tengo una invitada muy especial para ustedes, hagan ruido para Ángela Aguilar”, pidió. ¡Sorpresa!
La cantante apareció luciendo un corset rojo para postrarse a su lado y entonar el fragmento de La gata bajo la lluvia, sampleo que incluye su colaboración Te invito un café.
El talento de la mexicana emocionó a los asistentes, quienes sacaron sus celulares para inmortalizar el momento. Nadie la odió. Hasta el cierre de esta edición, Natanael Cano salió con el productor a interpretar Kong 2.0.
SHOTS, TOTE BAGS Y BRAZALETES
Un PARADIXXE EN MEDIO DEL EDC
Como su nombre lo dice, el hospitality de Dos Equis fue el paraíso para todo fan que buscó vivir experiencias únicas, como personalizar tote bags con ayuda de esténcil y aerosol, armar pulseras para intercambiar, acumular puntos para mercancía oficial y probar los nuevos MIXX Shots en colaboración con el DJ Steve Aoki, quien estuvo esta noche arrojando pastelazos y champán a los fans que lograron estar lo más cerca posible de él en el kineticFIELD de la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez. Además, las drags que repartieron los azulitos y amarillos pusieron el ambiente más electrizante en el Paradixxe.
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