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Entre enero y noviembre de 2023, Brasil registró 19.219 nuevos casos de lepra. Aunque estos datos son preliminares, muestran un aumento del 5% en comparación con el mismo período de 2022.

Faustino Pinto, coordinador nacional del Movimiento para la Reintegración de las Personas Afectadas por la Lepra (Morhan, por sus siglas en portugués), comentó sobre el incremento de los diagnósticos, señalando que, paradójicamente, este aumento inicialmente positivo podría deberse en parte al subregistro histórico de casos en el país.

Según Faustino, hasta 2019, el número de nuevos casos identificados había ido aumentando año tras año, sin reflejar la gravedad real de la situación.

“Como hace muchos años que no hay una campaña nacional que anfirme y alente a las personas a buscar atención médica si sospechan de la enfermedad, los diagnósticos son el resultado de búsquedas espontáneas. Las personas acuden al servicio de salud por iniciativa propia, buscando la causa de manchas en la piel, áreas entumecidas o dolores nerviosos”, explicó Pinto.

Enero morado

Considerada una de las enfermedades más antiguas que afectan al ser humano, la lepra es una enfermedad infecciosa y contagiosa que impacta la piel, las mucosas y el sistema nervioso periférico, incluyendo nervios y ganglios. Aunque es tratable y curable, puede causar lesiones nerviosas irreversibles si no se diagnostica a tiempo y no se trata adecuadamente.

Para concienciar a la población y a las autoridades sobre la importancia del diagnóstico temprano y combatir los prejuicios asociados a la lepra, Brasil instituyó el “Enero Púrpura”, un mes dedicado a campañas de concientización sobre esta enfermedad.

Oficializada por el Ministerio de Salud, esta iniciativa tiene como objetivo difundir información sobre los síntomas principales, el tratamiento y la prevención de la enfermedad.

Síntomas y tratamiento

Los signos más comunes de la lepra incluyen la aparición de manchas en la piel y/o áreas con sensibilidad alterada, generalmente con engrosamiento cutáneo, acompañado de cambios en la sensibilidad, el movimiento y/o funciones autonómicas.

Según el Ministerio de Salud, la lepra se diagnostica mediante un examen físico general, así como evaluaciones dermatológicas y neurológicas.

El tratamiento consiste en el uso de medicamentos antimicrobianos, proporcionados de manera gratuita por el Sistema Único de Salud (SUS), y no requiere hospitalización. La duración del tratamiento varía según la forma clínica de la enfermedad.