Bitácora de futuro: Es triste una guerra por caprichos

Autor Bayardo Quinto Núñez

La humanidad quiere paz, no guerra. Las grandezas de la cotidianidad (vida) no está en admitir o proliferar el odio, la venganza, guerras, indisponer a las personas sin justificada razón, solamente para, como lo dice, el adagio: “matar para sobrevivir” inmiscuirse en esa (s) hazaña no es de persona inteligente. Es mucho más saludable pretender ser aspirante de esperanza, sueños, como condición de condiciones, de asir el mundo que merodea dentro del eje común y corriente, obviando aquella ambición de pretender escalar, o tener no inalcanzable a costa de lo que sea, del pellejo de otro (s) no es nada razonable, es por ello que, existen muchos descontentos en el orbe, riñas tumultuarias que desembocan en estallidos sociales hasta volverse polvorín de guerra, y lo menos que quieren los pueblos es una guerra, los ambiciosos la desearan.

No hay que lanzar al abismo a todo un pueblo. Piensen en sus familias-hijos, madre, padres y etc-. Ejemplo claro, la guerra entre Rusia y Ucrania, y ahora Israel y Hamas, y todas las que han antecedido, ello es una soberana barbaridad, a las “potencias mundiales” como les interesa que sus pueblos se estén exterminando, fomentando guerras, aquí el único responsable es EE.UU., incluso, a los países como el nuestro, entre muchos más, han pretendido manipularlos. No tienen conciencia, ni la tendrán nunca, seguirán siendo déspotas, imperios criminales esté quién este gobernando, el imperio es el imperio.

El imperio estadounidense, debería a Nicaragua honrar la deuda conforme a la sentencia que dictó la “Corte Internacional de Justicia de la Haya”, en pagar los daños y perjuicios ocasionados al pueblo de Nicaragua por auspiciar a la contrarrevolución, ese es un dinero que nos pertenece a todos los afectados y el afectado que haya fallecido a sus herederos les corresponde. Jamás puede ser dueño de ese capital el gobierno cualquiera que este sea esté de turno, su dueño, reitero es el pueblo.

Pero lo mejor es que, EE UU., como se creen los amos del mundo, no les interesa cumplir con sus acreedores, son irrespetuosos, creen que jamás se desplomarán, “todo viene cayendo por su propio peso”. Lo que pasa que no han tenido la experiencia contundente de estallidos sociales a lo interno. Y, por otra parte, no creo que el pueblo estadounidense quiera una guerra en su propio terreno…

Y, como dice la Biblia en Romanos capítulo 12 versículos 19, 20 y 21 en una de sus partes conducentes: “Mía es la venganza; yo daré el pago merecido, dice el Señor. Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; haciendo así, amontonarás ascuas sobre su cabeza. No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien.”

Dios todopoderoso, en este sentido, nos revela que Él hará en su momento la justicia respectiva en la era del reino, que es la del juicio final. Y que cada quien aparte sus pretensiones y ocupe el sitio que le compete, y que, la norma de conducta en todos sus ordenes debe ser la comprensión, el amor verdadero en todas sus manifestaciones. Pues, la venganza es de Dios todopoderoso, no terrenal.

Con el recorrer de los años he logrado comprender, es necesario disculpar a todos (as) que en el pasado pretendieron o hicieron daño, que Dios los perdone y se perdonen ellos mismos. Y, cómo establece la Biblia, que la venganza es de Él, eso se respeta.

Ahora veamos lo que nos establece el Dr. En Leyes, Filósofo y Escritor Alejandro Serrano Caldera, en su libro El Doble Rostro de la Postmodernidad: “Es necesario reiterar es doble necesidad: la de apropiarnos de nuestra historia de, las ideas y de la trascenderla necesariamente al abrirnos, con ella, al desafío de un horizonte más ancho. No hacer cualquier de las cosas señaladas nos llevaría, en un caso, a la abstracción y al vacío: y en el otro, al enclaustramiento y auto colonización.” (Editorial El Amanecer. Edición 1994. pág. 205) En consecuencia, el pasado ya pasó, ahora y siempre estaremos pernoctando en presente y futuro, porque el pasado siempre será inexistente, y por supuesto es historia para no repetir lo malo y/o errores que en ese estado se incurrió.

Ejemplo. Si viviéramos en pasado, entonces, tendríamos una evolución -desarrollo- supra tardío o las sociedades jamás avanzarían, mucho menos nuestra sociedad. No se puede estar desperdiciando tiempo en vivir con el pasado. Hay que avanzar e irse olvidando de cantos de sirenas, o de campanadas desacertadas, porque sino, hasta ahí no más alcanzaría la visión. No habría presente ni futuro y seríamos un pueblo decadente sin porvenir.

Y, en cuanto a los gobiernos de turno, tienen que seguir tirando cuerdas de más bienestar social, y no detenerse en los “mete cuentos”, ustedes están para gobernar, administrar sus países, sociedades, para eso fueron electos, es mejor actuar a sabiendas, con conocimiento de causa. Además, tanto los gobernantes, cómo los pueblos deben estar claros que no somos perfectos. Echemos un breve vistazo a la historia, ahí está la sabiduría, el mejor cúmulo de experiencia para ir haciendo cada día mejor las mejoras.

La mejor opción es sentarse a dialogar sin pistola al cinto. Así, los gobernantes y las sociedades o naciones ganan. Pues, es triste una guerra.

Biodatos. Bayardo Quinto Núñez, Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Escritor, Pintor, Músico. Nicaragüense. /Bayquinú/

 

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