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En una declaración de su portavoz el lunes, Guterres afirmó que todas las operaciones militares deben llevarse a cabo respetando plenamente el derecho internacional humanitario.
La incursión se produce después de otra operación en el campo, el 19 de junio, en la que murieron cuatro palestinos y otros 91 resultaron heridos.
Aumenta el número de muertos
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) informó el martes de que, como consecuencia de las operaciones aéreas y terrestres que se están llevando a cabo en la localidad cisjordana, han muerto diez palestinos, entre ellos tres niños, según el Ministerio de Sanidad palestino.
Al menos otros 100 han resultado heridos, de los cuales 20 se encuentran en estado crítico, según la agencia. Al parecer, miles de residentes han abandonado el campo desde que comenzó la operación.
El martes, en un aparente ataque de represalia en la ciudad israelí de Tel Aviv, siete personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad, cuando un palestino atropelló a los peatones que se encontraban a la salida de un centro comercial, según la prensa.
Un ciudadano israelí disparó y mató al atacante en el lugar de los hechos. Según informes, el grupo militante palestino Hamás describió el atentado como una respuesta directa a la operación militar en Yenín.
Falta de artículos de primera necesidad
Los ataques aéreos en la ciudad “dañaron significativamente” las estructuras en las que vivía la población, tanto en el campamento como en los barrios circundantes. La agencia advirtió de que, debido a los daños en las infraestructuras, la mayor parte del campamento de Yenín ha perdido el acceso al agua potable y a la electricidad.
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que gestiona cuatro escuelas, un centro de salud y otras instalaciones en el campamento, dijo que muchos residentes necesitaban urgentemente alimentos, agua potable y leche en polvo para los niños.
A partir del lunes, todas las instalaciones de la UNRWA en el campamento, operado por 90 miembros del personal, estaban fuera de servicio debido a los fuertes intercambios de fuego, informó la agencia.
Se niega el acceso a las ambulancias
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el martes que el alcance de las lesiones sufridas por la población estaba poniendo a prueba el “frágil y escaso financiamiento” del sistema sanitario y que estaba trabajando con sus socios para hacer llegar más suministros médicos vitales al hospital de Yenín.
Los trabajadores humanitarios de la ONU afirmaron que la destrucción de las carreteras del campo de refugiados estaba restringiendo el acceso de los equipos médicos y las ambulancias, y que las fuerzas israelíes estaban realizando controles de vehículos, incluidas ambulancias, a la entrada del campo.
Según la agencia sanitaria de la ONU, se ha impedido a las ambulancias con equipos médicos entrar en algunas partes del campo de refugiados y llegar hasta las personas que han resultado gravemente heridas.
Ataques contra la sanidad
Al menos dos hospitales también se han visto afectados por ataques con munición y botes de gas.
“Los ataques contra la asistencia sanitaria, incluida la imposibilidad de acceder a las personas heridas, son extremadamente preocupantes”, declaró la OMS, que pidió respeto y protección de la asistencia sanitaria, incluido el paso seguro a los servicios de salud en Yenín y en toda Palestina.
La agencia recordó que este año se ha producido un “aumento significativo” de los ataques contra la atención sanitaria en Cisjordania. En los cinco primeros meses de 2023 se produjeron al menos 124 ataques documentados por la OMS, que causaron 39 heridos entre los trabajadores sanitarios y afectaron a 117 ambulancias.
La violencia sólo engendra más violencia
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos afirmó en un comunicado hecho público este martes que la amplia operación de Yenín y el ataque con coche bomba en Tel Aviv mostraban que “la violencia sólo engendra más violencia.”
“La matanza, la mutilación y la destrucción de propiedades deben cesar”, dijo.
Volker Türk señaló que la magnitud de la operación israelí “plantea una serie de cuestiones graves” en relación con las normas internacionales de derechos humanos. Esto responde a que algunos de los métodos y armas utilizados por las fuerzas israelíes “se asocian más generalmente a la conducción de hostilidades en conflictos armados, que a la aplicación de la ley.”
“El uso de ataques aéreos es incompatible con las normas aplicables a la realización de operaciones de mantenimiento del orden. En un contexto de ocupación, las muertes resultantes de tales ataques aéreos pueden también equivaler a homicidios intencionados. Las operaciones de las fuerzas israelíes en la Cisjordania ocupada deben atenerse a las normas internacionales de derechos humanos sobre el uso de la fuerza; estas normas no cambian por el mero hecho de que el objetivo de la operación se declare antiterrorista”, explicó.
Para finalizar, el Alto Comisionado recordó que el derecho internacional impone claras obligaciones a Israel, como potencia ocupante, de garantizar que todas las operaciones se planifican y controlan de modo que se reduzca al mínimo, en la mayor medida posible, el recurso a la fuerza y, en particular, a la fuerza letal.
Por otra parte, Israel también está obligado a garantizar el acceso oportuno a la atención médica a todos los heridos durante la violencia, finalizó.
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