Por el Mtro. Leobardo Martín Vázquez González
Académico de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG)
Académico explica qué podría pasar con la economía mundial y comparte recomendaciones para superar los retos de este año
El 2022 fue un año en el cual el escenario de recesión económica estuvo latente, por lo cual los gobiernos de las principales economías y los bancos centrales continuaron implementando los estímulos económicos para reactivar la economía de las secuelas de la pandemia COVID-19.
Principalmente marcó al sistema económico internacional el inició de la invasión de Rusia con Ucrania, la subida de la tasa de interés de los bancos centrales y el desabastecimiento de las cadenas de suministro.
La economía mexicana cerró 2022 con una expansión, destacando el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en poco más de 2% y que el peso mexicano se vio fortalecido respecto al dólar americano cerrando el año en alrededor de $19.51 y que la inflación se mantuvo en los niveles previstos, ya que cerró en 7.8% en 2022.
¿Qué nos depara la economía en el año 2023?
El año 2023 será un año retador y de oportunidades, el horizonte económico no es claro, ya que todavía existe un gran número de países que no se han terminado de recuperar de los niveles económicos previos a la pandemia de Covid-19.
La mayoría de los analistas económicos vislumbran: probable recesión económica (que implica desempleo), alzas inflacionarias (subida de los precios de los productos y servicios), incremento de tasas de interés (mayor pago de intereses por deudas), extensión del conflicto por la invasión rusa a Ucrania (tensiones por recrudecimiento de la guerra), entre otros factores.
Para entenderlo mejor, la disminución del comercio internacional y el aumento de precios trae consigo que se consuma menos por lo que las empresas venden menos y recortan personal lo que propicia la desaceleración económica y con ello la disminución de la economía, entrando la economía de un país en recesión económica.
Recomendaciones
Moderar el consumo personal y familiar, aprender a vivir con el 90% de nuestro ingreso.
El 10% ahorrado invertirlo inteligentemente para generar ingresos adicionales o bien en su caso disminuir deudas.
Evitar contraer deudas personales y/o para fines de consumo.
Aprovechar las oportunidades donde se logre identificar la generación de ingresos adicionales.
Estar atentos a los cambios macroeconómicos para actuar rápidamente ante los retos que se presentan (alza inusual de precios, pérdida del empleo, etcétera).
Sin lugar a duda en tiempos de incertidumbre económica es muy valioso lograr obtener ingresos suficientes para mantener e inclusive mejorar el nivel económico, recordemos que cada año nuevo también trae implícito 365 días de oportunidades.
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