Por Valentina González
· A nivel mundial, cada 40 segundos una persona pone fin a su vida
· Las mujeres son quienes más presentan conductas suicidas, pero son quienes recurren a pedir ayuda
· El suicidio es la segunda causa de muerte entre los adolescentes
A nivel mundial, cada 40 segundos una persona pone fin a su vida. A pesar de que las mujeres son quienes más presentan conductas suicidas, son los hombres los que se suicidan más, así lo confirmó Ana Gabriela García Fernández, asesora de la Unidad de Psicología del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México.
La psicóloga señaló que cuando las mujeres pasan por una situación difícil acuden al Consejo Ciudadano pidiendo ayuda y con ello previenen una conducta suicida. Sin embargo, a nivel mundial, las estadísticas indican que por cada cuatro hombres, una mujer comete suicidio.
A los varones, explicó la especialista, culturalmente se les enseña que ellos mismos deben aprender a resolver sus problemas y que no pueden, ni deben, externar lo que están sintiendo. Esto ocasiona que empleen soluciones riesgosas que los orillan a terminar con su vida.
Durante el taller informativo para la prevención del suicidio ‘El poder de vivir’, que organizó el Centro de Atención Estudiantil Universitaria (CAEU), García Fernández afirmó que el tema del desempleo y la pérdida económica les afecta mucho.
También cuando les diagnostica alguna enfermedad. De hecho, en la línea de atención del Consejo se ha detectado que a hombres de entre 30 a 45 años les vulnera terminar con su pareja y esto puede ser un motivo para quitarse la vida.
En el caso de las mujeres, no tiene que ver con una separación afectiva sino a la salud, por ejemplo, con el diagnóstico de enfermedades como la depresión; o situaciones como la violación, el abuso o la violencia familiar.
“El suicidio es una de las formas de morir en la que un individuo, utilizando un determinado método se autoagrede y por lo tanto es un acto consciente de autoaniquilación en el que la persona percibe esta opción como la mejor solución”, agregó la especialista.
El suicidio es la segunda causa de muerte entre los adolescentes; la primera causa son los accidentes.
Suicidiómetro o las etapas del suicidio:
- Ideas de muerte (me quiero morir).
- Deseo suicida (los demás van a estar mejor sin mí).
- Ideas suicidas (la única solución es matarme).
- Expresión suicida (ya no puedo estar con este dolor).
- Amenaza suicida (si todo sigue igual, me mato).
- Plan suicida (dónde, cuándo y cómo hacerlo).
- Gesto suicida (autolesiones con intención suicida o intento fallido de quitarte la vida).
- Suicidio (la persona muere).
De acuerdo con García, el mayor porcentaje de las personas con riesgo suicida se encuentran en la etapa de ideación (47%). En la etapa de ejecución hay un 33%, sin que necesariamente represente que han perdido la vida, ya que pudieron haber recibido ayuda oportunamente.
El medio empleado que han reportado las personas que se encuentran en la etapa de planeación y ejecución es la ingesta de pastillas, con un 33%; el 21%, ahorcamiento; y el 16%, cortarse las venas.
Sin embargo, a nivel mundial, el método que eligen ambos sexos para quitarse la vida es el ahorcamiento porque es de fácil acceso. Mientras que la ingesta de pastillas ocupa el segundo lugar entre las mujeres, mientras que los hombres eligen un disparo.
Alrededor del 80% de las personas, eligen su propia casa para quitarse la vida. En segundo lugar, la calle o el Metro. Según la especialista, las personas planean la muerte, pues eligen fechas significativas como aniversarios y cumpleaños y empiezan a hacer investigaciones acerca de los métodos más eficaces. Después, deciden si avisaran o no.
Refirió que por cada 10 personas que se suicidan, nueve de ellas manifestaron sus propósitos, mientras que una dejó entrever sus intenciones con palabras, amenazas, gestos y cambios de conducta.
Sólo entre el 1% y el 2% de quienes intentan suicidarse lo llevan a cabo después de los tres primeros meses tras la crisis emocional, cuando todos creen que el peligro ha pasado; y sólo entre el 10% y el 20% lo harán en algún momento de su vida. “es importante en este lapso observar a la persona”, añadió.
De acuerdo con la especialista del Consejo Ciudadano, antes de atentar contra su vida, toda persona evidencia varios síntomas que se han definido como síndrome presuicidal, el cual se debe detectar a su debido tiempo a fin de evitar que esa persona cumpla su propósito.
Al hablar sobre suicidio con una persona en riesgo, en lugar de incitar, provocar o introducir en su cabeza esa idea, se reduce el peligro de cometerlo y puede ser la única posibilidad para frenar sus objetivos autodestructivos.
“Quienes intentan suicidarse no son valientes ni cobardes, la valentía y la cobardía son atributos de la personalidad que no se cuantifican ni miden según la cantidad de veces que se intenta quitar la vida o si respeta la misma”, dijo.
Factores de riesgo
No todas las personas llegan a esta situación. Sin embargo, los factores de riesgo son:
- Violencia familiar.
- Abuso sexual.
- Depresión.
- Ansiedad.
- Consumo/abuso de sustancias psicoactivas.
- Acoso escolar.
- Duelo.
- Enfermedades terminales.
- Series de televisión en las que aparecen suicidios ficticios/retos en internet.
- Familiares con antecedentes de suicidio.
- Cambios de conducta en el estado de ánimo.
- Lanzar indirectas o amenazas directas por suicidarse.
- Se queja de ser mala persona o de sentirse insoportable.
- Tiene un bajo nivel de autoestima: rechazo a los elogios o los premios.
- Entrega las pertenencias más preciadas a otros.
- Presenta inquietud persistente por buscar, tener y compartir música, reflexiones personas, imágenes o comunidades virtuales alusivas a la muerte o a la idea del suicidio.
- Presencia de notas suicidas de agradecimiento, despedida, disculpas y enojo.
Cómo ayudar a una persona en riesgo:
- Tomar en serio lo que está diciendo.
- Escuchar con genuino interés y tratar con respeto.
- Explicar que hay alternativas disponibles.
- No prometer confidencialidad. Buscar ayuda entre familiares y personas allegadas o significativas.
- Adoptar medidas prácticas: retire o controle todos los elementos que pueden suponer un riesgo.
- Procurar que la persona afectada permanezca acompañada.
- Acercarse con un profesional en psicología o un especialista en el tema.
- La prevención más eficaz es la identificación y tratamientos tempranos.
- Las emociones y los sentimientos nos envían señales constantes que no siempre escuchamos.
Si reconoces estas señales en ti o en alguien más, el Consejo Ciudadano pone a tu disposición el número 5533 5533.